Una vez aprobada en el Congreso la reforma que elimina la subcontratación en México y en espera de su publicación en el Diario Oficial, se estima que el 34% de las empresas que hacen uso de este servicio integrarán su personal outsourcing a su plantilla bajo nuevos costos y nuevas condiciones equitativas, estimaron especialistas de Mercer, consultora en capital humano.
La nueva normalidad y la incertidumbre que aún genera la pandemia del Covid-19 vinieron a acelerar muchos procesos en materia laboral y han cambiado la forma en que las organizaciones están gestionando al talento.
Si bien el 2020 fue un año de desafío donde las empresas tuvieron que adaptarse y hacer una transición laboral más ágil, buscando acciones y estrategias que les permitieran implementar modelos de trabajo que se adapten a las necesidades que esta nueva realidad demanda, el 2021 viene con nuevos retos para las corporaciones en México.
Hoy el futuro del trabajo es radicalmente distinto, donde el ecosistema laboral mexicano ha sufrido un gran cambio debido a las distintas reformas en materia de pensiones, teletrabajo, subcontratación y pago igualitario que se han llevado a cabo o que están en la agenda legislativa de este año.
La encuesta “Termómetro de Teletrabajo y Subcontratación” realizada por Mercer, señala que estos cambios van a impactar de manera significativa a la economía de las empresas.
Los hallazgos señalan que un 59% de las compañías encuestadas cuentan con servicios de personal subcontratado y que un 24% de ellas ha buscado mitigar el impacto financiero a través de la disminución de incremento en salarios o la disminución de pago de bono. El 79% registran que el personal subcontratado pertenece a servicios como limpieza, seguridad, comedor, entre otros.
Asimismo, el estudio apunta que entre los beneficios que las organizaciones consideraron para subcontratar personal se encuentran la reducción de costos (51%), fortalecimiento del core del negocio (31 %), flexibilización de los recursos humanos (50.7%) y la optimización del pago de PTU (18 %).
También puntualiza que absorberán el 85% del personal subcontratado, mientras que un 34 % de las vacantes internas fueron cubiertas por personal tercerizado.
Otros hallazgos interesantes sobre la transformación del ecosistema laboral promovido por la pandemia también indican que 46% de las empresas ya contaban con un esquema de teletrabajo pre-pandemia y que de un 20% a 26% es el porcentaje estimado de la plantilla que pasará a trabajar remoto permanentemente.
“El cambio en el ecosistema laboral, y parte del código genético de estas reformas laborales, que buscan incrementar beneficios de corto y largo plazo para el trabajador junto con la mejora de sus condiciones de trabajo, trae como consecuencia un cúmulo de impactos financieros ascendentes que, según la industria en la que se encuentren las organizaciones, podrán traducirlas en llamados de riesgos directos en la supervivencia del negocio, o demandas de atención financiera y operativa por atenderse para no afectar la productividad de su organización”, comenta Melissa Mata Sardi, líder de la práctica de compensación ejecutiva y compensación total de Mercer.