Las remesas en México perdieron 11 por ciento del poder de compra en el último año debido a la inflación y la apreciación del peso frente al dólar.

México captó 4 mil 801 millones de dólares por remesas en noviembre pasado, lo que significa el mayor flujo en la historia para un mes similar, pero los ingresos convertidos a pesos fueron de 93 mil 356 millones y representa una caída de 11.1 por ciento con respecto a un año atrás, una vez descontada la inflación.

La última vez que los dólares perdieron poder adquisitivo con una magnitud similar fue en enero de 2018, cuando se redujeron 11.6 por ciento, de acuerdo con la información más reciente del Banco de México (Banxico).

El Instituto Nacional de Estadísstica y Geografía (INEGI) reportó que la inflación llegó a 7.8 por ciento en noviembre y fue la tasa más alta desde el año 2000 para un mes similar, mientras que el peso ganó al dólar 7 por ciento en el mismo periodo, según el tipo de cambio FIX dado a conocer por Banxico.

El bajo nivel de desempleo que ha prevalecido en la economía de Estados Unidos, donde reside la gran mayoría de los migrantes mexicanos, ha potenciado el envío de remesas a México.

Para el Banco Mundial, las remesas son una fuente importante de ingreso para los hogares más pobres, lo que conlleva el incremento de su capacidad de consumo y ahorro, reflejándose en una mejora en su nivel de vida.

México es el segundo país con mayor captación de remesas del planeta, sólo detrás de India, que se mantiene en el primer lugar desde hace más de una década.

Estimaciones de BBVA indican que las remesas sumaron en 2022 un monto superior a 58 mil 400 millones de dólares, un aumento de 13.3 por ciento.

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