Puebla enfrenta el reto de contar con una economía más respetuosa con el medio ambiente.
Una forma de avanzar en el desarrollo social, que entre otras acciones se aprecia, por ejemplo, en su programa de electromovilidad y la operación en su territorio, de parques eólicos generadores de energía eléctrica.
Así como en el fomento de la producción del campo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) define a la bioeconomía como “la producción basada en el conocimiento y la utilización de recursos, procesos y métodos biológicos para proporcionar bienes y servicios de forma sostenible en todos los sectores económicos”.
El objetivo es la protección del medio ambiente, evitar la explotación de los recursos naturales y potenciar la biodiversidad.
En el campo poblano, la bioeconomía se puede aplicar en rubros como la agricultura, la pesca, la silvicultura y la acuicultura sostenibles.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) aprobó en el año 2015 la Agenda 2030, que contempla 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS) que pueden beneficiarse de la aplicación de la bioeconomía.
El gobierno de Puebla, a través de la Secretaría del Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial (Smadsot), desarrolló una “Estrategia de Bioeconomía Circular y Social del Estado de Puebla”, que se puede consultar en: https://smadsot.puebla.gob.mx/cambio-climatico-y-ciudades-inteligentes/2-uncategorised/45-estrategia-bioeconomia-circular-social
La estrategia se alinea con los planteamientos de la FAO y los 17 ODS de la Agenda 2030.
El documento busca, entre otros objetivos:
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