Las tarjetas de crédito se han convertido en uno de los productos financieros más populares y solicitados entre los mexicanos.
De estas, sobresalen las bancarias y las departamentales.
Y aunque ambos productos comparten ciertas características, como que permiten crear historial crediticio y adquirir productos y servicios a crédito, cada uno está diseñado para necesidades específicas.
La Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, elaborada por el INEGI, señala que 54 millones de personas de la población comprendida entre 18 y 70 años cuenta con al menos un producto financiero; dentro de este espectro, el 61.5 por ciento tiene una tarjeta de crédito departamental o de tienda de autoservicio, mientras que el 33.8 por ciento cuenta con tarjeta de crédito bancaria.
Y ante la pregunta de qué tarjeta es mejor, la respuesta es que no hay una que sea mejor que la otra.
Daniel Rojas CEO de Rocket.la, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad financiera, refiere que cada producto financiero tiene características específicas que lo hacen ideal para cierto perfil de usuario.
Y agrega que en todo caso, la clave está en que el usuario encuentre ese producto ideal para él y que se adapte a sus necesidades financieras
¿Qué diferencias hay entre una tarjeta de crédito y una departamental?
Tanto las tarjetas bancarias como las departamentales permiten que los usuarios financien sus compras con crédito revolvente.
Y mientras las tarjetas bancarias son emitidas por instituciones financieras, las departamentales están respaldadas por diferentes cadenas comerciales.
Ambas opciones funcionan bajo la misma premisa: se autoriza una línea de crédito y con este monto se pueden realizar compras.
En el primer caso, este tipo de productos cuentan con el aval de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), mientras que las segundas son reguladas por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Estas son las instancias a las que el usuario puede acudir en caso de que la institución que expidió el plástico incurra en alguna anomalía.
Rojas, señala que el principal diferenciador entre este tipo de productos financieros es que las tarjetas bancarias pueden ser utilizadas en todo aquel establecimiento que acepte este tipo de pago, ya sea físico o en línea.
En cambio, las tarjetas departamentales solamente se pueden utilizar en la cadena que la expide y los negocios afiliados a ella. No obstante, estos plásticos son el mecanismo de entrada más fácil para empezar un historial de crédito y después poder adquirir una tarjeta bancaria.
¿Qué tipo de tarjeta te conviene más?
El CEO de Rocket, señala que la respuesta a esta pregunta es dependiendo de diferentes variables, como las necesidades financieras de cada cliente o la calificación crediticia.
”En el mercado hay productos para toda la población. Muchas veces las solicitudes de créditos son rechazadas debido a que las personas no cumplen con la experiencia o perfil crediticio para adquirir determinado producto, es decir, solicitan el producto equivocado”, agrega Rojas.
Lo mismo sucede con el resto de los productos financieros, datos de Rocket revelan que del total de los mexicanos que solicitan un crédito, el 44% aplican al producto equivocado y por ello son rechazados.
La selección de un producto financiero obedece a las necesidades de la persona, por ejemplo, si esta busca un método de financiamiento para amueblar su hogar, probablemente una tarjeta departamental se ajustará mejor a sus requerimientos debido a las promociones y ofertas especiales que este tipo de cadenas brindan a sus clientes.
Estos productos suelen ofrecer beneficios como descuentos en primeras compras, ventajas exclusivas en ventas de temporada, seguros a costos bajos, tarjetas adicionales sin costo, programas de fidelidad, además de que no tienen costo de apertura o anualidad.
En contraparte, la tarjeta bancaria, permite que un usuario se apalanque del financiamiento para adquirir bienes o servicios en diferentes establecimientos ya sea cubriendo el pago total sin intereses en una fecha aplazada o un pago a meses con o sin intereses.
Algunas de ellas también brindan la posibilidad de retirar dinero en efectivo.
De igual forma, las tarjetas de crédito bancarias cuentan con la posibilidad de obtener tarjetas adicionales, tener coberturas de seguros, programas de recompensas, además de que son aceptadas en locales comerciales nacionales e incluso internacionales.
Cualquiera que sea el producto seleccionado, el usuario debe comparar las características de cada tarjeta y analizar aspectos como su Costo Anual Total (CAT), comisiones, tasas de interés, costo, además de los beneficios y las obligaciones que cada opción conlleva.