Los contribuyentes que realizan una actividad comercial, en algún momento pueden ser objeto del embargo de sus cuentas bancarias por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT), pero esto solo puede suceder en casos específicos y previa notificación.
Es decir, no se trata de una acción que pueda generarse de forma espontánea, sino que requiere de un proceso.
En esencia, el embargo de las cuentas bancarias es una acción a la que recurre la autoridad fiscal cuando un contribuyente presenta adeudos fiscales o ha incumplido con sus obligaciones.
Se trata de una acción que requiere que, previamente, el SAT haya realizado gestiones sin obtener una respuesta positiva por parte del contribuyente.
En caso de concretarse el embargo, la solución puede llevar varios meses e incluso años, además de la aplicación de multas e intereses ligados al adeudo que generó el conflicto.
El Código Fiscal de la Federación establece que se puede embargar una cuenta bancaria en los siguientes casos:
En todo caso, el contribuyente siempre tiene la opción de acudir al SAT para precisar o aclarar su situación fiscal, así como acreditar el cumplimiento de sus obligaciones tributarias.