La notafilia es la parte de la numismática que centra su atención en el papel moneda y entre sus herramientas se encuentra la clasificación de los billetes de acuerdo con su estado de conservación.

Quienes se dedican a la notafilia dedican sus esfuerzos a estudiar, investigar, coleccionar y difundir billetes y estampillas.

El auge de esta disciplina inició en la década de 1980 y en la actualidad ha alcanzado su mayor nivel de desarrollo.

La notafilia también conoce de los procesos de impresión utilizados para la producción de billetes como son la calcografía, litografía y offset en que se emplean rotativas dobles para imprimir a la vez las dos caras del papel.

La de Suiza emitió en 1961 una clasificación de los billetes de acuerdo con su estado de conservación.

Las principales clasificaciones de los billetes son:

Sin circular (UNC). El billete es nuevo, sin daños de manipulación como dobleces o pliegues.

Casi sin Circular (AU). El billete conserva su color blanco, aunque presenta daños por manipulación como pequeños dobleces o ruptura de las fibras del papel.

Extremadamente fino (XF). El billete puede presentar entre uno y tres pliegues ligeros, así como un desgaste leve en las esquinas.

Muy fino (VF). El billete puede presentar suciedad o manchas leves, así como pliegues horizontales o verticales, pero el papel debe permanecer nuevo sin rasgaduras.

Fino (F). El papel puede presentar reblandecimiento y pliegues por el uso, así como rasgaduras que no afectan al diseño.

Muy bueno (VG). El billete presenta desgaste y puede haber rasgaduras y manchas, e incluso alguna decoloración y agujeros, pero aún se ve presentable.

Bueno (G). El desgaste del billete es notorio y puede tener garabatos o escrituras, e incluso pueden faltar trozos del billete.

Aceptable (Fair). El billete puede presentar desgaste y pedazos faltantes más grandes en comparación con G.

Pobre (Poor). El billete presenta daño severo por desgaste, manchas, pedazos faltantes, escrituras y agujeros, así como reparaciones con cinta adhesiva.

La mayoría de los coleccionistas preferirá siempre un billete no circulado, que puede tener un valor 10 veces mayor que el de un billete catalogado como Muy Bueno.

Los billetes en estado menor a VG regularmente no son deseables en una colección y sólo se compran cuando no existen especímenes disponibles en una mejor calidad debido a su escasez, o bien por las posibilidades económicas del coleccionistas.

Una colección de billetes se puede formar de acuerdo con:

  1. Tema (personajes, hechos históricos)
  2. Período de tiempo (serie, fecha)
  3. País (naciones, o estados emisores)
  4. Soporte (papel o polímero)
  5. Variaciones de diseño sean mayores o menores
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