El mole poblano es uno de los principales atractivos para quienes visitan Puebla y su consumo forma parte de los catálogos de supermercados y restaurantes en diferentes ciudades de Estados Unidos.
Sin embargo, también es un alimento presente hasta en las licitaciones públicas de los gobiernos de México, según se puede constatar en bases de datos.
Desde 2015, cuando la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) comenzó a hacer públicos los contratos de gobierno, se han asignado 110 para adquirir mole poblano.
Entre quienes los han adquirido se encuentran los gobiernos de Jalisco y Nuevo León, el municipio de San Pedro Garza García y la federación.
De esa lista, 74 contratos fueron signados para proveer diferentes insumos al Hospital Civil de Guadalajara a cargo del gobierno jalisciense.
Además de mole, también compró pasta para sopa de codito, espagueti, fideo, estrellita y miel maple.
En la lista de los principales compradores de mole sigue el municipio de San Pedro Garza García, que lo solicitó mediante 28 contratos, aunque en este caso no especifica para qué institución.
Con menos cantidad de contratos, ocho en específico, está el gobierno federal que también ha comprado mole poblano como parte del abasto para recintos de salud.
Cinco contratos de la pasta y otros insumos fueron para el Instituto Nacional de Pediatría, dos para el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez y uno para el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorios Ismael Cosío Villegas.
