La mezclilla que se produce en Puebla representa el cielo en términos de derrama económica, pero también el infierno por los problemas medioambientales que genera.
Las regiones de Tehuacán y Huejotzingo han sido consideradas como ejemplos de contaminación en reportes como el de "Hilos Tóxicos: Al desnudo, exponiendo el papel de la industria textil en la contaminación de los ríos de México", realizado por Greenpeace ya hace una década y sin que la situación sea mejor.
Tanto la cifra de la derrama económica de la mezclilla como los estudios medioambientales, muestran que es una realidad contrastante.
De acuerdo con estimaciones de la Cámara Nacional de la Industria Textil (Canaintex), hasta los primeros nueve meses del 2022 el 22 por ciento de las exportaciones de la industria las realizaba Puebla y representaron más de 227 millones de dólares.
Otras organizaciones como la Cámara Nacional de la Industria del Vestido (Canaive) han destacado la importancia de la producción de mezclilla incluso para grandes marcas.
Hasta las últimas estimaciones de 2022, los representantes del sector contemplaban contratos de producción para Levi's, Guess y Hugo Boss, entre otras.
La producción de mezclilla es tan importante que, por ejemplo, en el 2015, la misma cámara estimaba que cinco de cada 10 pantalones de mezclilla de hombre que se vendían en Estados Unidos eran mexicanos y con producciones que incluían a Puebla, Durango, Guanajuato y Estado de México.
Los beneficios económicos que la mezclilla deja a la entidad contrastan, sin embargo, con la contaminación y el uso de agua.
En investigaciones realizadas en el Instituto de Ciencias de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) se ha señalado que en la región de Huejotzingo esta industria afecta al río Atoyac, pues hay más de 200 lavanderías de mezclilla y más de 100 empresas productoras.
En este caso, un tema relevante para la contaminación y el uso de recursos es que por cada prenda de mezclilla que se destiñe se emplean entre 10 y 120 litros de agua, además de que se utilizan materiales que resultan contaminantes.
Esta misma situación se observa en Tehuacán donde también se dedican a la producción de materia prima y prendas de mezclilla.
Además de utilizar el agua en exceso y emplear contaminantes, no todas las empresas de estas dos regiones del estado cuentan con sistemas de descarga que permitan una limpieza de los residuos a niveles permitidos por las normas oficiales.
Por ello, se han registrado hechos como los de octubre del 2022, cuando la Secretaría de Medio Ambiente, Desarrollo Sustentable y Ordenamiento Territorial anunció la clausura de al menos dos lavanderías en Tehuacán por carecer de permisos.
Asimismo, se señaló que tenía abiertos 33 expedientes administrativos contra empresas de la industria textil en municipios como Huejotzingo, Cuautlancingo, San Andrés y San Pedro Cholula, San Martín Texmelucan, Juan C. Bonilla y San Salvador El Verde.
