Desde hace 10 años, el enólogo Miguel Hernández Tecanhuey inició la aventura de cultivar viñedos en Puebla, contando con el apoyo de autoridades federales y estatales.
Pero asegura que, desde la llegada del gobernador Miguel Barbosa Huerta, la ayuda económica es nula.
“El argumento que dicen (las autoridades) es que se le daba mucho dinero a la gente, pero el verdadero problema es que quien está al frente de la Secretaría de Desarrollo Rural no sabe nada de agricultura”, dijo en entrevista para El Universal Puebla.
Explicó que se requiere una inversión de medio millón de pesos por hectárea para generar productividad, enoturismo y empleos.
“Pero prefieren apostarle a la fórmula de otorgar pequeños apoyos para propagar la miseria”, consideró.
El especialista con licencias internacionales indicó que para lograr una reconversión del campo poblano se requiere dinero, porque “no pueden invertir 10 centavos y esperar recibir 1 millón de pesos”.
Informó que el mercado del vino crece a una tasa anual de 16 por ciento, y por fin en México se está llegando a un consumo per cápita de un litro de vino.
Por ello, para los productores en el estado la viticultura es una alternativa perfecta, pues todas las viñas son de temporal.
Además, poco a poco fomenta el enoturismo en la región de Los Volcanes, con una variedad de actividades en los viñedos, donde los asistentes disfrutan del vino en cavas y bodegas, gastronomía de la región y rodeados de paisajes naturales.
Miguel Hernández comenzó su trabajo en Puebla en el 2011, en el predio La Conejera, ubicado en el municipio de Santa Rita Tlahuapan, con el cultivo de las uvas Pinot Noir y Syrah, en apenas mil 100 metros cuadrados.
Hoy, se beneficia a 130 familias con más de 39 viñedos en 14 municipios como San Salvador El Verde, San Felipe Teotlalcingo, San Jerónimo Tecuanipan, San Andrés Calpan, Huejotzingo, San Andrés Cholula, Tochtepec y Tepeyahualco, entre otros, con variantes de uva como Gamay, Cian y Chardonnay.
Miguel Hernández mencionó que el cultivo de la uva tiene un potencial productivo de 8 toneladas, y una hectárea de viñedo les retribuye a las familias lo que no consiguen con otros cultivos, por lo que ante la falta de apoyos gubernamentales, los pequeños productores se sostienen con inversión privada y eso les ha permitido lograr la diversificación de marcas.
En 2020 su producción fue de 9 mil botellas, para el presente 2021 son más de 35 mil botellas; y su proyección es llegar a Estados Unidos, por medio del mercado de la nostalgia.
Por ello, lamentó que el gobierno de Puebla ignore y abandone a este sector que seguirá creciendo y enalteciendo al estado.
Actualmente, el 80 por ciento de sus ventas son en el mercado poblano, el resto se distribuye entre consumidores de Chihuahua, Nuevo León y Ciudad de México.
Puebla -acotó- pese a ser la región productora más pequeña en el país, ya figura en el mapa nacional de productores de uva, reconocidos por su calidad. A nivel internacional se va posicionando.
En ese sentido, anunció que el próximo 8 de junio el vino de Puebla participará en el encuentro de enólogos en París, Francia, donde presentará estos productos cien por ciento poblanos, de nombre “Nobilis”, reserva 2019, producido con uva Pinot Noir y “Preludio”, reserva 2018, con la uva Syrah.
“En este concurso se miden los mejores vinos del planeta y, en el caso de Puebla, participa no tanto por su volumen, sino por su calidad, de manera que hemos sido invitados por el gobierno francés, y para que Puebla sea considerada como denominación de origen”, destacó.