El uso de tarjetas bancarias está ligado a los cajeros automáticos, en los que desafortunadamente se corre el riesgo de ser víctimas de fraude, como el denominado “tallado de tarjetas”.
Ante esta posibilidad, la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) emitió una alerta para que los usuarios estén atentos y tomen las precauciones necesarias para evitar convertirse en víctimas.
El tallado de tarjetas es una nueva forma de fraude que se ha vuelto común en los cajeros automáticos y pone en peligro la información bancaria y los ahorros de miles de tarjetahabientes.
El fraude inicia en el interior de los cajeros automáticos, donde los usuarios acceden con la confianza de que se trata de un espacio seguro para realizar sus operaciones. En esta modalidad, los presuntos estafadores manipulan los cajeros para que las tarjetas se queden atascadas.
Cuando el usuario se altera ante el atasco de su tarjeta, otra persona se ofrece a ayudar. Al hacerlo rápidamente, sin que el propietario se percate, intercambia la tarjeta original por una falsa.
El estafador observa el NIP que el usuario intenta ingresar para acceder a sus recursos. A partir de ese momento, tiene acceso a la cuenta bancaria, pudiendo retirar dinero o realizar compras sin problema alguno. Mientras tanto, el propietario de la tarjeta inicia un verdadero suplicio.
Además, es importante considerar que el hecho de que las nuevas tarjetas no tengan los datos visibles, como el número de tarjeta, nombre del usuario y vigencia, incrementa la posibilidad de que los delincuentes sustituyan el plástico sin problemas.
Recomendaciones para no ser víctima del tallado de tarjetas: