Al asegurar que México está soportando un costo humanitario, social y económico muy alto por la pandemia, el Fondo Monetario Internacional (FMI) insistió en que se debe posponer el proyecto de la refinería y alentar la participación del sector privado en la generación de electricidad.
En la evaluación anual que elaboró el personal técnico del organismo que tiene como directora gerente a Kristalina Georgieva, se pone de manifiesto la urgencia de reformar el plan de negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex).
Incluye los nuevos pronósticos para la economía mexicana que significan un recorte al pasar de 6.30% a 6.2% para el 2021; para el siguiente año será de 4% desde el 4.2% anterior.
También permitir a los privados participar en la distribución de hidrocarburos y fortalecer la red eléctrica, porque ésto promovería un sector energético más barato, más confiable, sostenible y competitivo.
Además, recomendó aumentar el gasto y realizar una reforma fiscal progresiva que elimine los tratamientos preferenciales, aprovechar mejor el predial, recaudar más a través de una mejor tributación a la minería, eliminar la tasa cero del IVA y modificar la actual política de subsidios a las gasolinas porque sólo beneficia a los que más tienen.
Sobre el tema de Pemex, el FMI, advirtió que las pérdidas de la empresa petrolera, están colocando una carga sobre los contribuyentes y desplazando otros usos más productivos de los recursos fiscales.
Aseguró que los escándalos de corrupción pasados subrayan la importancia fundamental de fortalecer los procesos de gobernanza y adquisiciones dentro de la empresa.
Consideró que el apoyo adicional a Pemex debe ir acompañado de una nueva estrategia que priorice los objetivos financieros, como por ejemplo, centrarse en campos rentables, vender activos no esenciales, posponer nuevos planes de refinería y reformar su costoso esquema de pensiones, y aumentar la transparencia.
La asociación con empresas privadas aprovecharía la experiencia especializada y ayudaría a administrar los costos, aseguró.