Cuando se busca un auto nuevo, muchas personas se interesan más por el precio y el diseño, que la seguridad. Sin embargo, hay modelos que, aunque son económicos, ponen en riesgo la vida del conductor y los pasajeros. Aquí te contamos cuáles son los autos más inseguros en México y por qué deberías evitarlos pese a que siguen a la venta en Puebla.
A pesar de que el gobierno mexicano exige mínimos estándares de seguridad, muchas marcas aprovechan las lagunas legales para ofrecer vehículos sin bolsas de aire, control de estabilidad o estructuras resistentes.
Paradójicamente, algunos de los autos más vendidos del país están en esta lista negra por su bajo rendimiento en pruebas de choque.
Por ejemplo, el Chevrolet Aveo, durante años ha sido uno de los más vendidos y sigue ofreciendo versiones sin bolsas de aire.
Lo mismo ocurre con el Nissan March, que aunque es popular por su bajo consumo de gasolina, queda mal parado en pruebas de impacto lateral.
La última lista de autos más inseguros en México fue presentada por la organización Latin NCAP, en colaboración con El Poder del Consumidor, quienes evalúan la seguridad de vehículos comercializados en América Latina.
Latin NCAP utiliza pruebas de choque y un sistema de calificación con estrellas para medir la protección de ocupantes adultos, niños y peatones, además de evaluar tecnologías de asistencia a la conducción.
En su informe más reciente, destacaron que muchos modelos aún carecen de elementos básicos como el Control Electrónico de Estabilidad (ESC), anclajes ISOFIX/LATCH para sistemas de retención infantil, y Frenado Autónomo de Emergencia (AEB).
Entre los vehículos señalados están modelos como el Fiat Mobi, Nissan March, y Mazda 2, que obtuvieron bajas calificaciones por la falta de sistemas de seguridad en sus versiones básicas.
Lista de autos más inseguros en México (según pruebas de Latin NCAP y reportes de seguridad):
La respuesta corta: precio. En México, el mercado se enfoca en vehículos accesibles, y muchas marcas sacrifican seguridad para mantener bajos costos. Además, la falta de regulación estricta permite que se comercialicen autos que en otros países ya estarían prohibidos.
El Hyundai Grand i10, por ejemplo, ofrece versiones sin control de estabilidad, un sistema que podría evitar accidentes graves. Por otro lado, el Renault Kwid, que en apariencia parece una buena opción económica, tiene una estructura débil que compromete la seguridad en colisiones.