Siempre será positivo ahorrar, ya sea para tener solvencia en caso de un imprevisto o para darse un gusto o adquirir un bien, pero cuando se tiene una cultura del ahorro, el siguiente paso para toda persona es decidirse a invertir esos recursos.
Uno de los principales motivos para invertir es evitar que el dinero ahorrado pierda valor y, en contraposición, que se pueda incrementar.
En general, los especialistas recomiendan que cuando se opta por ahorrar a largo plazo, es decir, durante más de un año, cualquiera que sea el propósito, lo ideal es pensar en invertir el dinero para que no pierda valor.
Al respecto, hay que recordar que la inflación se refleja en una disminución del poder adquisitivo del dinero. De ahí que al invertirlo y obtener una ganancia por mínima que sea, se reduce el impacto.
Para empezar a invertir, una de las primeras opciones es hacerlo a través de un banco, mediante una acción de bajo riesgo que ofrezca un rendimiento por encima del promedio de inflación anual, sobre todo si se piensa ahorrar durante varios años.
Por otra parte, hay que considerar que ahorrar o invertir depende de la capacidad de ahorro de cada persona y de sus planes a largo plazo. Pero lo más importante es que para ahorrar se debe contar con un excedente financiero.
Esto es dinero que se puede mover sin afectar, comprometer gastos fijos y algunos imprevistos. Y a partir de ahí, comenzar a ahorrar de manera sistemática, hasta reunir los recursos necesarios para empezar a invertir.
En la actualidad, la mayoría de las instituciones bancarias tienen programas mediante los que orientan a sus clientes sobre las posibilidades de ahorrar e invertir con pocos recursos, para incursionar en el mundo de las inversiones.
Sin embargo, el primer paso siempre será aprender a administrar las finanzas personales y ser constante. Un elemento adicional lo representa el hecho de establecer metas claras y alcanzables, que no deriven en estrés financiero.
Finalmente, hay que considerar que las inversiones de alto riesgo, si bien pueden generar ganancias más atractivas, también conllevan la posibilidad de perder una parte sustancial del capital. Por eso, hay que incursionar poco a poco en el ámbito de las inversiones, de la mano de una institución bancaria sólida.
