Economía y Negocios

El MIT revela una parte negativa de los vehículos autónomos

En un futuro donde la movilidad dependa de los vehículos autónomos, el medio ambiente estaría en riesgo

Vehículos autónomos / Foto: Archivo El Universal
21/01/2023 |05:00
Redacción CDMX
RedactorVer perfil

La industria automotriz se está moviendo rápidamente hacia la movilidad eléctrica y muestra de ello es que la mayoría de las armadoras, incluyen en sus catálogos, vehículos de este sector.

Aunado a estos modelos, también están aquellos que en un futuro no tan lejano, no necesitarán conductor, nos referimos a los autos autónomos.

Y aunque el mundo ve con buenos ojos el dejar de producir coches con motores de combustión interna que anualmente producen miles de toneladas de partículas contaminantes, los vehículos eléctricos y autónomos, tienen sus contrariedades.

En el caso de los autos autónomos, un estudio reciente del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés), revela su impacto para el medio ambiente.

El analisis del MIT, refiere que la energía necesaria para hacer funcionar los potentes ordenadores a bordo de una flota mundial de vehículos autónomos, estaría generando tantas emisiones de gases de efecto invernadero como todos los centros de datos del mundo actual.

Ante este panorama, el MIT advierte que el mundo se encontraría con un serio problema.

En un futuro donde la movilidad dependa de los vehículos autónomos, el medio ambiente estaría en riesgo.

«Los centros de datos que albergan la infraestructura informática física utilizada para ejecutar aplicaciones son ampliamente conocidos por su gran huella de carbono», refiere el estudio.

Para evitar que las emisiones se salgan de control, los investigadores descubrieron que cada vehículo autónomo necesita consumir menos de 1,2 kilovatios de energía para computación.

Para que eso sea posible, el hardware informático debe volverse más eficiente a un ritmo significativamente más rápido, duplicando su eficiencia aproximadamente cada 1,1 años.

Una forma de aumentar esa eficiencia podría ser usar hardware más especializado, que está diseñado para ejecutar algoritmos de conducción específicos.

Debido a que los investigadores conocen las tareas de navegación y percepción requeridas para la conducción autónoma, podría ser más fácil diseñar hardware especializado para esas tareas..

Pero los vehículos tienden a tener una vida útil de 10 o 20 años, por lo que un desafío en el desarrollo de hardware especializado sería "prepararlo para el futuro" para que pueda ejecutar nuevos algoritmos.

En el futuro, los investigadores también podrían hacer que los algoritmos sean más eficientes, por lo que necesitarían menos potencia informática.

Sin embargo, esto también es un desafío porque sacrificar cierta precisión por una mayor eficiencia podría obstaculizar la seguridad del vehículo.

Ahora que han demostrado este marco, los investigadores quieren continuar explorando la eficiencia del hardware y las mejoras en los algoritmos.

Además, dicen que su modelo puede mejorarse al caracterizar el carbono incorporado de los vehículos autónomos (las emisiones de carbono generadas cuando se fabrica un automóvil) y las emisiones de los sensores de un vehículo.

Si bien todavía hay muchos escenarios para explorar, los investigadores esperan que este trabajo arroje luz sobre un problema potencial que las personas pueden no haber considerado.

“Esperamos que la gente piense en las emisiones y la eficiencia del carbono como métricas importantes a considerar en sus diseños. El consumo de energía de un vehículo autónomo es realmente crítico, no solo para extender la vida útil de la batería, sino también para la sostenibilidad”, señaló Vivienne Sze, profesora asociada en el Departamento de Ingeniería Eléctrica y Ciencias de la Computación y miembro del Laboratorio de Investigación de Electrónica del MIT.

En puedes consultar la investigación realizada por el MIT.