El nuevo billete de 50 pesos que presenta el tema de la Fundación de Tenochtitlán en la parte frontal y el ajolote de Xochimilco en el reverso, tiene un fragmento del mural La Grán Tenochtitlán (Vista desde el mercado de Tlatelolco) del artista mexicano Diego Rivera.
Del reverso del billete, ha llamado la atención la ilustración del ajolote mexicano, que se representa en el ecosistema de ríos y lagos junto con el maíz en Xochimilco, sin embargo en el anverso se representa una de las obras artísticas más emblemáticas del muralismo mexicano que se encuentra en Palacio Nacional.
El fragmento de la obra se encuentra en el anverso del billete y sirve de contexto para la imagen principal que corresponde a la figura del águila devorando una serpiente, que es un fragmento del dorso del monolito denominado “Teocalli de la Guerra Sagrada”, el cual se encuentra en el Museo Nacional de Antropología e Historia de Chapultepec.
A la retaguardia del águila que devora la serpiente del anverso del billete, se observa una ilustración de la Gran Tenochtitlán y del volcán Iztaccíhuatl.
Este detalle es un fragmento del mural que Diego Rivera pintó en los muros del patio central del Palacio Nacional entre 1929 y 1935.
El mural representa al mercado de Tlatelolco, que fue el centro de intercambio comercial más importante del valle de México en los primeros años del siglo XVI.
De acuerdo con el libro Diego Rivera hoy, de Beatriz de la Fuente, en el mural se puede apreciar en primer plano la figura de un tlatoani recorriendo el tianguis, mientras que en segundo plano aparece en perspectiva la ciudad mexica de Tlatelolco.
“En las grisallas de la parte baja del mercado hay sembradores de maíz; recolectores de chile, tomate, calabaza, papa, camote y frijol; pizcadores de algodón; hilanderas y tejedoras; descortezadoras de amate; fabricantes de papel y curanderos. Todas son actividades y trabajos de la vida diaria, de los cuales se dan distintas versiones en los otros paños del corredor de que se trata”, señala el documento.
La reproducción del mural tuvo que ser autorizada por el Banco de México, como fiduciario en el Fideicomiso relativo a los Museos Diego Rivera y Frida Kahlo, así como por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura.
