Desde 1889 en varios países del mundo se conmemora el Día del Trabajo cada 1 de mayo, para reivindicar los derechos sociales de los asalariados.
Se dice que los albañiles y los carpinteros de Nueva York y Boston fueron los precursores remotos de la lucha obrera, sin embargo, destacan los sangrientos sucesos que culminaron con la tragedia de Chicago, iniciada en mayo de 1886.
En ese contexto, y de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el estado de Puebla tiene 3 millones 44 mil 866 personas que conforman la Población Económicamente Activa (PEA).
De la fuerza laboral ocupada, 41.3 por ciento corresponde a mujeres y 58.7 por ciento, a hombres, quienes en promedio tienen un salario mensual de tres mil 400 pesos.
El salario promedio es de 5 mil 180 pesos en un empleo formal y de 2 mil 660 pesos en el sector informal.
El mayor número de trabajadores se concentra en actividades agrícolas con cerca de 302 mil personas, seguido de empleados de ventas, despachadores y dependientes en comercios con 214 mil trabajadores. Le siguen los comerciantes en establecimientos con 166 mil.
Se tiene una tasa de desempleo de 3.85 por ciento, lo que equivale a casi 117 mil poblanos y una tasa de informalidad de 70.8 por ciento.
A nivel nacional, el promedio de horas semanales de Tiempo Total de Trabajo (TTT) para las mujeres de 12 años y más es de 59.5 horas y para los hombres es de 53.3 horas.
Los sectores más importantes en el estado son automotriz y autopartes, metalmecánica, química, plásticos, textil y confección, muebles, alimentos frescos y procesados, artículos de decoración, mármol, minería y tecnologías de información.
En México, el 30 de noviembre de 2012, se publicó en el Diario Oficial de la Federación el Decreto por el que se reforman, adicionan y derogan disposiciones de la Ley Federal del Trabajo.
En dicha ley se define el trabajo digno o decente como aquel en el que se respeta plenamente la dignidad humana del trabajador y no exista discriminación por origen étnico o nacional, género, edad, discapacidad, condición social, condiciones de salud, religión, condición migratoria, opiniones, preferencias sexuales o estado civil.
