La establece con claridad los derechos de los trabajadores, así como las obligaciones patronales y viceversa. Entre los conceptos que contempla, se encuentra el de la liquidación de un empleado sin el pago de indemnización.

Es una situación que debería ser del conocimiento de todos los trabajadores, para evitar caer en algunos de los supuestos que podrían derivar en el denominado despido justificado, en cuyo caso no procede una liquidación.

Estas son las causales de despido justificado

El despido justificado está contemplado en la LFT y deriva en la terminación de la relación laboral sin liquidación. Las causales que se contemplan en la LFT son, entre otras:

  • Engaño durante el proceso de contratación: esta figura se configura cuando un trabajador proporciona información falsa sobre sus habilidades o experiencia durante el proceso de contratación.
  • Faltas de probidad u honradez: comportamientos como la violencia, la deshonestidad o la falta de ética en el lugar de trabajo.
  • Acoso laboral u hostigamiento sexual hacia cualquier persona en el entorno laboral.
  • Daños materiales intencionales o negligentes a la empresa provocados por el empleado, que pueden ser de forma intencional o por negligencia grave.
  • Insubordinación, que se traduce en un acto de desobediencia injustificada a las órdenes del empleador.
  • Presencia en el trabajo bajo la influencia de alcohol o drogas: presentarse en el trabajo bajo los efectos del alcohol o las drogas, excepto con prescripción médica, puede resultar en un despido sin liquidación.
  • Faltas de asistencia injustificadas: acumular más de tres faltas de asistencia en un período de treinta días sin una justificación válida.
  • Revelación de secretos comerciales.

En esencia, estos son los motivos por los que un empleado puede ser despedido sin liquidación.

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