Entre 1951 y 1954 se acuñó en México la moneda de Cinco Pesos conocida como Hidalgo Laurel, con 27.78 gramos de plata ley 0.720, que puede llegar a cotizarse hasta en 1,700 pesos.
Esta moneda tiene un diámetro de 40 milímetros, con un canto grabado con las palabras Comercio - Agricultura - Industria.
De acuerdo con el catálogo numismático Coins & Prices, de esta moneda se fabricaron un total de 34 millones 959 mil piezas, siendo las más escasas las correspondientes a 1954, cuando sólo se hicieron 30 mil.
Según su estado de conservación, por su escasez los ejemplares de 1954 fluctúan entre 30 dólares, unos 600 pesos, y 85 dólares, unos 1,700 pesos al tipo de cambio actual.
Los ejemplares de 1951, 1952 y 1953 tienen un valor que va desde los 12 dólares, unos 240 pesos, hasta los 23 dólares, unos 460 pesos, según su grado de conservación.
Ésta fue la primera de tres monedas de plata que se fabricaron con el rostro de Miguel Hidalgo y Costilla en la década de 1950, ya que entre 1955 y 1956 circuló el llamado Hidalgo Chico, con denominación de 5 pesos, y de 1955 a 1957 se fabricó el Hidalgo Grande, de 10 pesos.
Qué hizo Miguel Hidalgo
Nacido en Pénjamo, Guanajuato, Hidalgo estudió en el Colegio de San Nicolás, Valladolid, en la actual Morelia, del que llegó a ser rector.
En 1778, fue ordenado sacerdote y en 1803 se hizo cargo de la parroquia de Dolores, Guanajuato.
Para mejorar las condiciones de sus feligreses, casi todos indígenas, les enseñó a cultivar viñedos, la cría de abejas y a dirigir pequeñas industrias de loza y ladrillos.
En 1809 se unió a una sociedad secreta formada en Valladolid, cuyo fin era reunir un congreso para gobernar la Nueva España en nombre del rey Fernando VII, preso de Napoleón y, en su caso, obtener la independencia del país.
Descubiertos los conjurados, la insurrección se trasladó a Querétaro donde se reunió con Ignacio Allende.
El 16 de septiembre de 1810, llevando como estandarte a la virgen de Guadalupe, lanzó el llamado grito de Dolores que inició la gesta independentista y, acompañado de Allende, consiguió reunir un ejército formado por más de cuarenta mil personas.
Tomaron Guanajuato y Guadalajara, sin embargo, decidieron no ocupar la ciudad de México.
El 11 de enero de 1811, Hidalgo fue derrotado cerca de Guadalajara por las fuerzas realistas. Escapó hacia el norte, pero fue capturado y condenado a muerte.
Su cabeza, junto a la de Allende y a la de otros insurgentes, se exhibió como escarmiento en la alhóndiga de Granaditas de Guanajuato.
Tras el establecimiento de la República Mexicana, en 1824, se le reconoció como primer insurgente y Padre de la Patria.
En su honor, un estado de la República y la ciudad de Dolores, llevan su nombre.