En el año de 2009, Leona Vicario, conocida también como Madre de la Patria, apareció por primera vez en la historia de México como personaje principal de una moneda, dentro de la serie 5 pesos que conmemora el Bicentenario de la Independencia.
De esta moneda se fabricaron 9 millones 937 mil 872 monedas que, de acuerdo con el catálogo Coins & Prices, se cotizan entre 0.75 y 1.5 dólares, que al tipo de cambio actual equivalen a un rango de entre 15 y 30 pesos.
También se fabricaron 4 mil 730 monedas de Leona Vicario con acabado espejo, las cuales tienen un valor de 7.5 dólares, equivalentes a 150 pesos.
Las monedas de 5 pesos son bimetálicas, de forma circular, canto liso, diámetro de 25.5 milímetros y un peso total de 7.07 gramos.
Está fabricada por dos aleaciones, una para su parte central y otra para su anillo perimétrico.
El centro de la moneda es de una aleación de bronce-aluminio, con 92 por ciento de cobre, 6 por ciento de aluminio y 2 por ciento de níquel, para un peso parcial de 3.25 gramos.
El anillo perimétrico de la moneda es de aleación de acero inoxidable con entre 16 y 18 por ciento de cromo, un máximo de 0.75 por ciento de níquel, un máximo de 0.12 por ciento de carbono, 1 por ciento de silicio, 1 por ciento de manganeso, 0.03 por ciento de azufre y 0.04 por ciento de fósforo, para un peso parcial de 3.82 gramos.
Leona Vicario tuvo una participación destacada en el movimiento insurgente y es considerada la primera periodista mexicana.
Nació en la Ciudad de México el 10 de abril de 1789 en una familia que la impulsó a seguir una educación robusta, lo que le aportó conocimientos en literatura, ciencia y filosofía.
A la muerte de sus padres, cuando tenía 18 años, tío Martín Vicario se hizo cargo de ella.
Su cercanía con los abogados que trabajaban para su tío la hizo tener acercamiento a juntas y grupos secretos, los cuales apoyaron la Independencia de México, como el de los “Guadalupes”.
Como periodista, Leona Vicario escribió artículos en El Ilustrador Americano y El Ilustrador Nacional, entre otras publicaciones.
En sus textos informaba de manera codificada a los insurgentes de las acciones realistas, por lo que fue aprehendida y escapó de su cautiverio.
Durante esta etapa en contienda, se casó con Andrés Quintana Roo, abogado e insurgente, quien trabajaba para su tío, y dio a luz a su primera hija, en una cueva.
Consumada la Independencia de México, Leona Vicario recibió el reconocimiento de sus contemporáneos por sus acciones, y en 1827 fue celebrada su labor por el Congreso estatal de Coahuila. Murió en la capital mexicana el 21 de agosto de 1842.
"No solo el amor es el móvil de las acciones de las mujeres: que ellas son capaces de todos los entusiasmos, y que los deseos de la gloria y de la libertad de la patria, no les son unos sentimientos extraños; antes bien suele obrar en ellas con más vigor, como que siempre los sacrificios de las mujeres, sea el que fuere el objeto o causa por quien los hacen, son más desinteresados, y parece que no buscan más recompensa de ellos, que la de que sean aceptados". Leona Vicario, fragmento del periódico El Federalista Mexicano, del 2 de abril de 1831.