La de plata es una moneda que se acuñó por primera vez en 1949 por la Casa de Moneda de México, para demostrar al mundo la calidad y el equipamiento con el que contaba el país.

El diseño corrió a cargo de Manuel Luna Negrete. En el reverso tiene una balanza marcando el peso en la parte inferior central, la ley de la moneda en la parte superior derecha y alrededor la leyenda una onza troy de plata pura 480 granos de plata.

En el anverso una prensa de volante, el año de manera curva y alrededor la leyenda Casa de Moneda de México.

De acuerdo con sus condiciones y su año de acuñación, el precio actual de una Onza Troy es de alrededor de 800 pesos, aunque EL UNIVERSAL PUEBLA ubicó un ejemplar certificado que se ofrece en 5,300 pesos.

La onza troy proviene del peso troy, un sistema de unidades de masa utilizado habitualmente para metales preciosos, piedras preciosas y pólvora.

El nombre procede de Troyes, Francia, pues el sistema troy de pesos se usaba allí en la época medieval, en la feria celebrada en Troyes, en el noreste de Francia. Hay 12 onzas troy en cada libra troy, de acuerdo con el blog .

Una de las razones por las que se emitió la Onza Troy fue para que el gobierno de México dispusiera de grandes cantidades de monedas de inversión en este metal precioso.

Después de la devaluación de 1949, que causó que se dejara de utilizar la plata en la producción de monedas de uso corriente en el país por el encarecimiento de sus costos, la Onza Troy surgió como un plan de relaciones públicas y recolección de fondos enfocado en el extranjero.

México deseaba probar al mundo que la nación tenía la capacidad económica y la acumulación de plata necesaria, así como las tecnologías de acuñación, con el propósito de llegar a levantar pedidos en naciones extranjeras, a fin de exportar a un precio justo la plata nacional.

Con la acuñación de la Onza Troy, se buscaba evitar hasta donde fuera posible la fundición de la moneda nacional acuñada en este metal precioso y la salida de esta forma clandestina hacia el extranjero.

México emitió Onzas Troy en cuatro fechas, realizó pruebas en cuatro años y lanzó una emisión especial.

En 1947 la Casa de Moneda realizó las primeras pruebas de acuñación y fue en 1949 cuando se emitió la primera acuñación oficial con 1 millón de onzas troy.

La onza de 1949 y la prueba de 1947 tienen un diámetro de 4.1 centímetros, un peso de 33.625 gramos, canto estriado y una pureza de 92.5 plata. Su precio de venta fue de 6 pesos.

En 1978 se realizaron pruebas con tres tipos, y se hizo una acuñación oficial de 280 mil ejemplares. Este ejemplar se vendió inicialmente en 205 pesos.

En 1979 y 1980 se hicieron pruebas de acuñación con acabado espejo.

En 1979 se realizó la tercera acuñación oficial con 4 millones 508 mil piezas, y en 1980 se realizó la última acuñación oficial con 6 millones 104 mil onzas troy.

Debido al incremento sin precedentes que tuvieron los metales preciosos, la onza troy pasó de 1.77 dólares a 20.63 dólares. A finales de 1979 la onza se cotizó en 32.2 dólares.

Las razones por las que se dejó de emitir onzas troy fue por la acumulación de piezas no vendidas, la fluctuación de los precios de los metales y la decadencia económica del país.

En 1982 se emitió por primera vez la en plata, en diferentes pesos y medidas, que sustituyeron de manera definitiva a las Onzas Troy.

En 1989, la Casa de Moneda hizo una emisión especial con un número limitado de piezas.

A este ejemplar se le conoce como la “onza del capricho”, ya que según versiones su acuñación se debió a que a un alto funcionario de la Casa de Moneda le agradaba mucho su diseño, por lo que se especula que se fabricaron menos de 50 Onzas Troy..

En ese año, Napoleón Gómez Urrutia era director de la Casa de Moneda y Miguel Mancera Aguayo gobernador del Banco de México, mientras que Pedro Aspe era secretario de Hacienda y Carlos Salinas presidente del país.

 

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