Si bien el manejo de las finanzas personales aparentemente no tiene límites, en el fondo hay normas de las que no pueden sustraerse los contribuyentes. De manera cotidiana, el Servicio de Administración Tributaria (SAT) busca cerciorarse de que se realice de manera adecuada la declaración de impuestos.
Como parte de sus atribuciones, observa un límite para la realización de algunas transacciones comerciales con dinero en efectivo, es decir, el dinero que se puede guardar en el hogar como una reserva económica.
En general, para evitar problemas con el SAT sobre la pertenencia de cualquier tipo de ahorro en casa, lo mejor es declarar de forma transparente el origen de este dinero en efectivo y el destino final de este fondo de ahorro. De esa forma, se evitará la eventual aplicación de multas, sanciones o acciones legales que podrían relacionarse con evasión fiscal o lavado de dinero, entre otros ilícitos.
Las acciones del SAT están respaldadas por la Ley Federal para Prevenir e Identificar Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, que establece los límites para el uso de dinero en efectivo en diversas transacciones. Para 2024, los límites establecidos son:
Estos límites implican que la realización de determinadas compras o transacciones con dinero en efectivo, en caso de rebasarse, puede ser objeto de sanción.