Entre 1910 y 1967, las monedas de Un Peso que circularon en México se acuñaron en plata, cuyo valor actual en algunos casos a cifras de hasta miles de dólares.
Tal es el caso de la moneda de Un Peso Caballito, una moneda conmemorativa hecha con plata ley 0.902 que circuló entre 1910 y 1914, y que hoy en día puede llegar a cotizarse hasta en 4 mil dólares, unos 80 mil pesos, en el caso de los ejemplares más escasos que corresponden a su último año de acuñación.
La moneda de Un Peso Caballito presenta el grabado de Charles Pilet en el que se observa a un jinete cabalgando, mientras eleva una antorcha con su mano izquierda.
Se trata de una de las monedas del siglo 20 más escasas, ya que en los cuatro años en los que se acuñó se produjeron 8 millones 363 mil unidades, de acuerdo con el catálogo North American Coins & Prices.
El año más escaso es 1914, cuando sólo se fabricaron 120 mil piezas, lo que las hace los ejemplares más buscados por los coleccionistas.
A partir de 1918 y hasta 1945, circularon las monedas conocidas como Peso Resplandor, que se fabricaron en dos etapas, la primera de 1918 a 1919 con un componente de plata del 80 por ciento, y una segunda versión con 72 por ciento de plata que se fabricó entre 1920 y 1945.
Se le llama Peso Resplandor por el diseño del gorro frigio que adorna su reverso, y que tiene como antecedente inmediato las acuñaciones hechas en los años de 1918 y 1919, que tenían una composición de plata del 80 por ciento.
El gorro frigio es un símbolo inspirado en la Revolución Francesa que fue adoptado como símbolo de la libertad, palabra que aparece grabada sobre la imagen.
De acuerdo con el libro “Historia Numismática de México de 1823 a 1950”, de Alberto Francisco Pradeau, por el alza en el precio de la plata, a partir de 1920 se redujo la cantidad de plata en cada moneda, para quedar en ley 0.720.
El valor de los Pesos Resplandor de 1918 y 1919, por su escasez y contenido de plata, llegan a cotizarse hasta en 2 mil 500 dólares, equivalentes a 50 mil pesos al tipo de cambio actual.
Por su parte, los Pesos Resplandor de 1920 a 1945 se llegan a cotizar hasta en 90 dólares, unos mil 800 pesos, en el caso de los ejemplares correspondientes a 1927, que fue el año con menor acuñación con solo 5 millones 60 mil piezas fabricadas.
En 1947 entró en circulación la moneda conocida como Peso Cachetón, llamada así por la imagen de José María Morelos y Pavón, cuyo grabado luce de perfil lo que hace resaltar de manera prominente sus mejillas. Esta fue la primera moneda de Un Peso que incluyó en su reverso la imagen de un héroe de la Independencia mexicana.
El Peso Cachetón se acuñó sólo tres años, de 1947 a 1949, con una composición de plata ley 0.500.
El precio actual para los ejemplares más escasos, correspondientes al año 1949 cuando sólo se fabricaron 4 millones de piezas, asciende a 2 mil 750 dólares, equivalentes a 55 mil pesos al tipo de cambio actual.
En 1950 se acuñó la siguiente generación de monedas de Un Peso, llamado por algunos "Cuellón", también presenta la figura de Morelos posando en tres cuartos a la izquierda, pero con un componente de plata ley 0.300.
Fue el único año en el que se produjo esta moneda, cuyos mejores ejemplares se cotizan actualmente hasta en 15 dólares, es decir unos 300 pesos.
En 1957 se puso en circulación una moneda conmemorativa por el Centenario de la Constitución de 1857, con el busto en perfil de Benito Juárez y un componente de plata correspondiente a ley 0.100.
Esta moneda de la cual sólo se fabricaron 500 mil unidades se cotiza en 16.50 dólares, unos 330 pesos.
De 1957 a 1967 se acuñaron las últimas monedas de Un Peso que contienen plata. Se trata de las monedas conocidas como Peso Tepalcate, que están fabricadas con plata ley 0.100.
Estas monedas alcanzan un valor de hasta 10 dólares, unos 200 pesos, para los ejemplares correspondientes a 1957, que corresponden a su primer año de acuñación cuando se fabricaron 28 millones 273 mil ejemplares.
Las monedas de plata de Un Peso que se fabricaron en México sufrieron el fenómeno conocido como degradación monetaria, que se observa con la reducción paulatina del componente del metal precioso, hasta desaparecer por completo en esta denominación que a partir de 1958 comenzó a producirse en cobre y níquel.