Debido a que no hay clases presenciales y tampoco han abierto los bares y centros nocturnos en Puebla, los conductores de las plataformas Uber y Didi apenas hacen el 70 por ciento de los viajes que solían realizar antes de la pandemia.
Además, el pago de impuestos “se come” más de 30 por ciento de sus ingresos y la inseguridad los acecha.
Jesús es conductor de Uber desde hace poco más de dos años. Ingresó porque quedó desempleado y encontró en esta actividad una forma de sostener su hogar, aunque sus ganancias no son las que esperaba.
“Los ingresos siguen estando bajos, porque la plataforma redujo los costos de viaje para incentivar a la gente… Tenemos viajes para sacar el día, pero no como antes de la pandemia que teníamos muchísimos”, comparte a El Universal Puebla.
En materia de seguridad, el conductor asegura confiar en la empresa, ya que ha notado que, a diferencia de otras plataformas, existen filtros que les ayudan a identificar tanto al conductor como al usuario y a rastrear cada uno de los viajes.
De hecho, afirma que cuando se desvían de la ruta hay un protocolo que sigue la empresa para asegurarse de que el conductor y el usuario se encuentran bien, o indiquen si hubo algún problema en el traslado.
“De la parte de Uber no hemos tenido ningún problema (de seguridad) ... (los incidentes) han sido menores en comparación con las otras plataformas en donde sí han tenido problemas más graves y han matado a uno que otro compañero”, agrega.
Lo que es preocupante, asevera, es el pago de impuestos y las declaraciones ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT).
Por ello, se suma al llamado para que los reconozcan como trabajadores de Uber, tal y como lo han demandado otros conductores en diferentes protestas.
Para Jesús lo ideal sería que, con esa formalidad, pudieran acceder a una pensión para el retiro, como sucedió en Reino Unido, donde un tribunal falló a favor de una veintena de conductores que buscaban que la firma los reconociera como sus empleados, les dieran el salario mínimo y vacaciones.
Pablo, en cambio, era conductor de Didi y en ocasiones de Uber, sin embargo, con la pandemia y la restricción de viajes en la noche, prefirió cambiar de trabajo en busca de mayor estabilidad, ya que los ingresos como conductor eran más bajos.
“Dejó de haber gente… además, ya estaban cobrando un porcentaje alto y había viajes en los que el 30 o el 40 por ciento del monto era para la plataforma. Entonces sí me afectó”, dice.
Reconoce que en Didi los requisitos son menores e incluso, es posible burlar los filtros de la plataforma para seguir circulando a pesar de ser bloqueados por un mal servicio o incumplir las normas de la aplicación.
Además de que la inseguridad al brindar el servicio es mayor que en otras compañías. “Supe de varios compañeros que les robaron los carros, los lastimaron y los golpearon”, menciona.
El miércoles 24 de marzo de 2021, operadores de Uber, Didi y Cabify se manifestaron en las oficinas de sus respectivas empresas para exigir que mejoraran los filtros de seguridad, que homologuen las tarifas y dejen de cobrar hasta un 30 por ciento por viaje, pero ningún representante de las firmas los recibió.
Esta casa editorial solicitó a Uber y Didi una postura para conocer si han resuelto parte de las demandas de los conductores, sin embargo ninguna respondió. Didi se limitó a pedir que se hiciera la solicitud a un correo del departamento de Relaciones Públicas, pero hasta ahora no ha habido contestación.
