La inflación ha sido una de las principales preocupaciones económicas en México durante los últimos años, pero los expertos auguran que el 2025 podría traer un respiro.
¿Qué esperar? Posible alivio en los bolsillos, pero hay que estar atentos a las sorpresas.
Para el primer semestre, analistas del Banco de México y diversas instituciones financieras proyectan que la inflación anual rondará entre el 3% y el 4%, acercándose al objetivo del Banco Central.
Aunque esta cifra parece alentadora, no significa que todo será miel sobre hojuelas. Factores como los precios internacionales del petróleo, la sequía que afecta la producción agrícola y las tensiones globales pueden jugar en contra de este pronóstico.
¿Cómo se calcula la inflación?
La inflación no es más que un promedio del aumento en los precios de los productos y servicios que consumes cada día. El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC), calculado por el INEGI, mide cuánto suben precios de cosas como:
- Comida y bebidas (sí, tus tacos no se salvan).
- Transporte (incluyendo la gasolina)
- Vivienda y servicios básicos.
Cada mes, el INEGI toma una "canasta básica" y revisa cuánto cuesta en comparación con los meses anteriores.
¿Por qué podría bajar la inflación en 2025?
- Efectos de la política monetaria: El Banco de México subió las tasas de interés durante 2023 y 2024 para controlar la inflación. Ahora que los efectos empiezan a notarse, los precios podrían estabilizarse.
- Menor presión en los energéticos: Si los precios del petróleo no se disparan, la gasolina y el gas podrían mantenerse estables.
- Producción agrícola: Un clima más favorable podría abaratar productos básicos como el maíz y el frijol.
¿Qué significa para ti?
Si la inflación realmente se mantiene controlada, tu poder adquisitivo podría mejorar. En palabras simples: podrías comprar más con el mismo dinero. Eso sí, no confíes demasiado; siempre hay imprevistos económicos.
El primer semestre de 2025 parece prometedor, pero el panorama económico es como el clima: puede cambiar en cualquier momento.
Mantente al pendiente de las actualizaciones, ajusta tu presupuesto y no dejes de ahorrar. ¡Tu cartera te lo agradecerá!
