Este mes de octubre de sumplieron 140 años de la fundación de Chipilo, la colonia italiana enclavada en el estado de Puebla, famosa por la elaboración de productos lácteos a la usanza europea.
Esta población fue fundada por inmigrantes italianos provenientes de Segusino, provincia de Treviso.
La colonia italiana establecida en Chipilo, Puebla, población poblana fundada en 1882 durante el periodo del porfiriato, recibió a migrantes originarios de la región de Véneto, que alberga la famosa ciudad de Venecia, en el norte del país europeo.
El pueblo de Chipilo, ubicado en el municipio poblano de San Gregorio Atzompa, conservó las costumbres y el dialecto véneto, y durante muchos años se mantuvo como una población cerrada a las costumbres mexicanas y al mestizaje.
Sus habitantes se dedicaron a producir derivados de la leche y se hicieron famosos por la calidad de sus quesos, cremas y mantequillas.
La fama de los quesos de Chipilo se convirtieron en un referente gastronómico, al grado de que el diccionario Larousse Cocina destaca los quesos típicos de esta ciudad como es el queso enchilado.
Actualmente, en la ciudad de Chipilo aún se encuentran algunos descendientes directos de los migrantes italianos.
Las familias chipileñas conservan su identidad, tradición, costumbres y el estilo de vida agrícola y ganadero.
En sus primeros años, los productos Chipilo únicamente se encontraban en el valle de México, pero por su éxito y crecimiento comenzaron a distribuirse en otras áreas del centro del país como Puebla, Morelos, Hidalgo, Querétaro, Veracruz, Michoacán, para finalmente llegar a todo el país.
De acuerdo con el sitio puntodincotro.mx, en aquellos años el norte de Italia se caracterizaba por altos niveles de pobreza y se decidió fomentar la inmigración proveniente de esa zona.
Los requisitos eran que se mudaran familias completas, cuyos jefes de familia dbían ser campesinos y católicos, para evitar conflictos religiosos y que no tuvieran defectos físicos.
El encargado de adquirir los terrenos para el programa de colonización fue el general Carlos Pacheco, entonces secretario de Fomento Federal, y se asentó en una zona que era el paso de las mercancías que iban de Puebla hacia Atlixco y Cuautla.