Esta nota no es solo para las personas de la tercera edad, sino también para jóvenes y adultos que deseen planear cómo llevar la etapa de envejecimiento, considerando que las familias cada vez tienen menos integrantes y los intereses de ahora ya no son los mismos que tuvieron nuestros padres o abuelos.
Cohousing es un concepto del cual poco se ha escuchado en México, pero en Dinamarca se conoce desde el siglo pasado, en 1960, donde surgió como un nuevo modelo de convivencia entre adultos mayores.
Se trata de que personas de la tercera edad o adultos mayores formen una comunidad sostenible en un solo lugar, vivan juntos, se acompañen, se apoyen, incluso compartan gastos y las decisiones de cómo vivir las tomen todos juntos.
De acuerdo a Margarita Maass Moreno, especialista en el tema y académica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), durante el proceso de envejecimiento se presentan varios componentes, siendo los más duros el tener que enfrentar esta etapa de la vida en medio de la pobreza, la soledad y la enfermedad.
El objetivo del cohousing es lograr que los adultos mayores se acompañen en un solo espacio; como puede ser una casa, departamento o albergue, que vivan juntos, compartan gastos, compartan el tiempo, se mantengan activos, se sigan sintiendo útiles y productivos y tengan una buena calidad de vida.
En la revista de la UNAM, en el artículo “El cohousing en México: un modelo inclusivo y sostenible para el futuro de la vivienda”, señala que la convivencia en cohousing plantea retos, pero es posible convivir en armonía, siempre y cuando exista empatía y objetivos compartidos.
A diferencia de los asilos o casas de retiro, en estas casas o departamentos sus habitantes no contarían con personal médico, ni consultorios, enfermeras, administrativos o vigilantes que les impidan salir de la casa.
Los adultos mayores vivirían con sus compañeros o roomies donde todos se organizan para pagar la renta, despensa, decoren o amueblen a su gusto, tengan sus actividades recreativas a su gusto y realicen todas sus actividades laborales, si aún están trabajando, o paseen y vacacionen juntos.
“Las casas se van constituyendo dependiendo de las necesidades del grupo. Una característica clave de los cohousing es que son espacios autoorganizados y autofinanciados. El grupo se junta y decide constituir una casa con ciertos elementos, con espacios para hacer ejercicio, comedor colectivo, una cocina para todos, tener un espacio abierto o un consultorio médico”, explicó la también académica del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Ciencias y Humanidades de la UNAM.
En Europa es común este tipo de convivencia entre personas que se han retirado de la vida laboral, sin embargo, en México poco se conoce de este estilo de vivienda y comienzan a registrarse algunos prototipos en ciudades como Torreón, Mérida, Ciudad de México, Oaxaca, Querétaro, San Miguel de Allende, León y Guadalajara.
La idea es que desde jóvenes o en edad adulta las personas visualicen cómo será su vejez, considerando factores como la viudez, que los hijos se casan y se van o que no se quiere tener hijos, que los familiares se van muriendo o que se desea cambiar de residencia.
¿En tu vejez te visualizas formar parte de esta convivencia colaborativa o cohousing?, ¿te gustaría convivir con otras personas en tu etapa de adulto mayor?, ¿qué tipo de vejez te gustaría vivir?