Billetes de 100 pesos falsos presuntamente circulan con un gran parecido con los originales, denunció en Facebook una usuaria identificada como Mary Malibrán.
"Pónganse buzos andan billetes de 100 falsos... toquen acaricien besen el billete jajaja porque se parece mucho. Es más colorido que el original es liso al tacto y las letras se ven obvio como copia el número grande del 100 no es tornasol", señaló en la publicación.
De acuerdo con la publicación, los billetes falsos son muy parecidos al original, aunque tienen colores más intensos y textura lisa al tacto.
Además comentó que las impresión de las letras parecen una copia, además de que el número 100 es más grande y no es tornasol.
El ejemplar original del Banco de México cuenta con relieve sensible al tacto, elemento que cambia de color al inclinar el billete y tintas que brillan al exponerse a luz.
Qué hacer si se recibe un billete falso
Quien recibe un billete o moneda falso pierde el dinero, por lo que se recomienda aprender a identificar la autenticidad a través de sus elementos de seguridad.
En la actualidad es la Fiscalía General de la República (FGR) la encargada de perseguir el delito de falsificación y alteración de billetes y monedas.
Desde 2012 la Fiscalía Especializada en Investigación de Falsificación y Alteración de Moneda (FEIFAM) es la que tiene competencia para perseguir este delito.
El primer caso que resolvió esta fiscalía fue una falsificación de alta calidad y de gran cantidad de piezas del billete de 50 pesos, que concluyó con la detención de un grupo de personas con insumos, maquinaria y piezas terminadas.
La FEIFAM trabaja en conjunto con el Banco de México (Banxico) y las autoridades de seguridad federales.
El Banco de México tiene desde 1941 un Departamento de Investigaciones Especiales que se especializa en la prevención de falsificación de moneda y en el uso de dichas falsificaciones, tanto de moneda nacional como extranjera.
Dicha área de Banxico coopera con la INTERPOL en materia de dinero falso.
La historia del dinero falso en México
De acuerdo con Banxico, existen evidencias que desde la época prehispánica hubo falsificación de cacao, el elemento monetario de pueblos originarios, al cuál se le extraía su contenido y se sustituía por tierra.
En la época colonial fue conocida la falsificación de monedas metálicas por fundidores y alquimistas que fabricaban monedas falsas mediante el proceso de fundición, como en el caso de las denominadas “tepuzque”, u oro falso.
En 1535 se fundó la Casa de Moneda de México, con lo que comenzó formalmente la fabricación de moneda en el país de forma oficial.
Sin embargo en 1653 se dio la ejecución de Matías Pinto y el destierro a Filipinas de Diego Barcina por este delito.
En 1807, en San Luis Potosí, se registró la falsificación extensa de las monedas conocidas como “tlacos” y “cuartillas”.
Durante la época de la Revolución creció el problema monetario en México por la falsificación masiva de los bilimbiques, el papel moneda emitido por el gobierno de Venustiano Carranza.
En 1915, un falsificador llamado Carlos Bringas y su hijo fueron ejecutados en la Escuela de Tiro de Puebla; su fusilamiento en el marco de la Revolución Mexicana fue la primera vez que se castigó con la máxima pena de la época, después de que los llamados “bilimbiques” carrancistas habían sido falsificados de manera masiva.
Tras la ejecución del falsificador Carlos Bringas, se comenzaron a imprimir los denominados billetes infalsificables, que sin embargo desaparecieron por la devaluación.
El caso de falsificación más notable en la historia del país fue el de Enrico Sampietro, quien se dedicó a producir billetes falsos tanto nacionales como extranjeros de alta calidad durante las décadas de 1930 y 1940.
De la década de los 90 hasta la actualidad, las autoridades monetarias advierten un incremento en las falsificaciones con tecnología digital, por lo que las nuevas emisiones incorporan nuevos candados de seguridad, como tintas que cambian de color, relieves al tacto, fosforecencia, números de serie y otros.