“El burnout [agotamiento] está relacionado con la productividad, y se está viendo que muchos empleados, especialmente quienes tienen hijos o cuidan de otros, pueden tener dificultades para alcanzar expectativas de desempeño previas a la pandemia, que ahora pueden ser poco realistas, o esforzarse por mantener un ritmo insostenible, lo cual impacta en su calidad de vida y en la productividad de la empresa”, dijo Llaguno.
Mucharraz, quien también dirige el Centro de Investigación de la Mujer en la Alta Dirección del IPADE, indicó que en el ámbito laboral las mujeres tienen 1.5 veces más posibilidades que los hombres de padecer burnout.
Eso se debe a que, además de sus responsabilidades en el ámbito corporativo, se han sumado cargas de trabajo domésticas y para las cuales hubo decremento del apoyo para realizarlas.
La escuela a distancia —ahora por iniciar formato híbrido— y el cuidado de familiares, lleva a mujeres a reducir su rol y optar por el empleo informal, o renunciar, recalcó. Casi tres de cada cuatro mujeres citan al agotamiento como razón para dimitir.
Además, según una encuesta abierta de FlexJobs de agosto de 2020, 75% de la gente reportó sentirse agotada física y mentalmente (burnout), y 40% lo atribuyó al Covid-19.