Este sábado 3 de julio de 2021, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) del gobierno federal ejecutó el retiro de los tapiales que rodeaban el zócalo de la ciudad de Puebla para su remodelación.
El ayuntamiento de Puebla informó que a raíz de la reducción de los alcances de este proyecto de remodelación, solicitó que se quitaran las estructuras y acordó que únicamente se mantendrán vallas y trafitambos en las zonas de intervención hasta que concluyan los trabajos, a inicios de septiembre.
La readecuación del proyecto de la Sedatu en el zócalo constará del mantenimiento de todas las zonas escultóricas, incluyendo la fuente de San Miguel, misma que será cercada para evitar accidentes.
También habrá mantenimiento correctivo y preventivo de bancas y dragones (luminarias) y la limpieza profunda del piso, sin la intervención de las lajas.
En el zócalo se desplegó personal de la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural para verificar el correcto manejo del material, así como del Organismo Operador del Servicio de Limpia para el retiro de escombro y apoyo al personal de Sedatu.
El pasado 16 de marzo comenzaron las labores de delimitación para las obras de remodelación del zócalo que ejecutarían la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Agrario (SEDATU) y el ayuntamiento de Puebla.
Hace meses, el historiador y antropólogo Eduardo Merlo, señaló la remodelación podría ser agresiva o atentar contra su valor histórico. Mientras que el sector empresarial se mostró en contra por las afectaciones al turismo y la economía local.
El gobernador Miguel Barbosa Huerta advirtió en repetidas ocasiones que la obra carecía de los permisos correspondientes para su realización.
Finalmente, la Sedatu notificó el pasado 18 de junio que las obras a cargo de la empresa Galher, se modificarían y sólo se hará la restauración de monumentos, fuentes, mobiliario urbano y luminarias, así como mejoras en instalaciones hidráulicas y eléctricas y áreas verdes.
La dependencia federal aseguró que las “lajas consideradas históricas han sido respetadas, inventariadas y tratadas debidamente, con el acompañamiento del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH)”.