El Parián, ubicado estratégicamente en el Centro Histórico de la ciudad de Puebla, se destaca como mercado icónico de artesanías y constituye un punto imperdible como corredor cultural de la capital.
Cercano al Museo Casa del Alfeñique, el Barrio del Artista y el Teatro Principal, este mercado, a pesar de sus reducidas dimensiones, no solo presenta un diseño arquitectónico único con andadores y pasillos decorados, sino que también ofrece un ambiente distintivo.
El Parián inició sus operaciones en 1961 y está conformado por 112 locales que albergan a una variada selección de artesanías, resaltando especialmente las vajillas y objetos de talavera.
Quienes transitan por sus pasillos pueden disfrutar de figuras en el suelo y de una fuente con la representación de un padre jesuita, así como de bancas de concreto utilizadas de manera esporádica por los transeúntes.
Un elemento que se agregó con el paso del tiempo son estructuras para que los visitantes que así lo deseen puedan tomarse la foto del recuerdo. Hay, por ejemplo, un cuadro o las alas de un ángel en las que se puede posar para tomar imágenes y compartirlas en redes sociales.
Asimismo, los visitantes tienen ante sí una amplia gama de productos como son ropa, calzado, recuerdos, dulces tradicionales, bolsas, sombreros, alebrijes, así como ónix, dulces típicos, miniaturas, bordados, objetos de vidrio o barro, textiles y trabajos en popotillo.
Otro elemento altamente significativo es que gran parte de sus locales han sido atendidos durante más de medio siglo por la misma familia, lo cual se traduce en un signo peculiar de arraigo.
Los pasillos de El Parián, algunos abiertos hacia la calle y otros cubiertos, brindan un ambiente cordial, mientras que el trato de los comerciantes es amigable.
El mercado está abierto hasta las 20:00 horas, todos los días del año. Ubicado en la antigua plazuela de San Roque, construida en 1801, se encuentra en la calle 6 Norte, entre las calles 2 y 4 Oriente.
Cabe destacar que, a nivel cultural, la palabra “Parián” ha sido reconocida por la Real Academia de la Lengua como sinónimo de mercado, y su presencia se extiende a distintas ciudades de México, como León e incluso a una localidad en Pénjamo, Guanajuato.
