El ayuntamiento de Puebla aprobó el martes 16 de mayo imponer multas de hasta 51 mil 870 pesos a quienes vendan bebidas alcohólicas en patios, cocheras, predios baldíos y estacionamientos.
La medida se adicionó al Código Reglamentario para el Municipio de Puebla (Coremun), que además ya contemplaba las reglas para determinar quién y cómo se pueden vender bebidas alcohólicas.
Es decir, con licencias de funcionamiento para establecimientos como bares, restaurantes, centros nocturnos misceláneas, vinaterías, entre otros negocios establecidos, en presentación de botella cerrada y con límite de grados o bien, en botella abierta y con alimentos.
Lo anterior con el fin de garantizar la calidad de las bebidas etílicas que se comercializan y apegarse a la Ley para la Venta y Suministro de Bebidas Alcohólicas del Estado de Puebla.
Sin embargo, la informalidad en este giro va más allá de lo recientemente aprobado para fortalecer el Coremun, pues en plataformas como la del Marketplace de Facebook es común encontrar oferta y demanda de micheladas, pitufos y otros cocteles a domicilio.
En contraste con los establecimientos a los que se les exigen medidas para permitirles la venta de alcohol, estos proveedores no cuentan ni siquiera con una forma para identificarlos.
En una búsqueda realizada en la plataforma de Marketplace se pudieron encontrar anuncios de particulares que venden bebidas preparadas en la ciudad de Puebla.
En una de ellas, por ejemplo, se ofrece la venta de esas bebidas alcohólicas y algunos alimentos en la zona de la unidad habitacional Villa Frontera y en el anuncio se especifica que se puede contactar a otra usuaria por mensaje para acordar un punto de venta.
Otra oferta similar identificada en Marketplace señala a un proveedor de nombre Greg Esparza, quien asegura tener presencia para distribuir cocteles y micheladas preparadas a domicilio en la zona de Amalucan y Bosques de San Sebastián.
En estos casos los precios rondan en los 100 pesos y en algunas de las bebidas se agrega que pueden ser de medio o un litro.
Los proveedores tienen cuentas de Facebook con poca información sobre su identidad y la misma plataforma de marketplace permite editar las ofertas realizadas en su historial.
