Actualmente moverse de un lado a otro en Puebla se resuelve fácilmente usando las aplicaciones, pero hubo un tiempo en el que bastaba con salir a la esquina para tomar un taxi negro con amarillo.
Hoy ya no es así. El recorrido de estas unidades ya no es tan común en las vías públicas y sólo algunas empresas mantienen servicios de radiotaxi o en bases, principalmente en centros comerciales y algunos supermercados.
Su aparición menos frecuente en los escenarios de la ciudad comenzó con la operación de empresas como Uber que llegó a Puebla en 2014, así como Didi y Cabify que llegaron en años posteriores.
Para el 2020, el gobierno del estado, a través de los datos compartidos en la comparecencia de la Secretaría de Movilidad y Transporte, ya reconocía una crisis de los taxis públicos, pues éstos habían sido desplazados por los ejecutivos de plataforma o aplicación.
De acuerdo con esas cifras, durante 2019 se contabilizaron 19 mil 244 conductores de Uber, 6 mil 196 de Didi y mil 871 Cabify frente a 21 mil 500 de taxis públicos registrados, incluyendo las unidades que sustituyeron a los mototaxis.
Después de ese año, en el Congreso de Puebla se realizaron ajustes a las leyes para exigir mayores medidas de seguridad a las plataformas y en las mismas empresas cambiaron sus criterios de selección y disminuyó el número de matrículas.
En 2022, dicha dependencia registró una disminución en ese parque vehicular, ya que contabilizó 8 mil 524 unidades de DiDi, 4 mil 505 de Uber y sólo unas 30 de Cabify.
Aunque ya no se hizo énfasis en el contraste con el número de taxis tradicionales, entre 2019 y 2022 tampoco se observaron proyectos para incrementar ese servicio y en contraste, hubo algunas marchas de transportistas públicos contra las plataformas.
Otra amenaza para los taxistas tradicionales tiene que ver con la operación de plataformas no autorizadas como InDrive, Pronto, Yabü, Bla Bla Car y TXP, así como la proliferación de taxis piratas en vialidades como Periférico Ecológico.
Por ello, muchos taxistas públicos optaron por unirse al servicio ejecutivo de plataforma o de plano, vender sus placas y cambiar de giro.