Puebla es una ciudad que alberga diversas leyendas, una de las más sonadas asegura que debajo hay túneles que atraviesan sus calles y han sido utilizados a lo largo de los años.
A pesar de que por años se creyó que era una simple leyenda, hasta el año 2014, gracias a la renovación de las tuberías de la ciudad, se encontraron los primeros túneles convirtiendo el mito en una realidad.
De acuerdo con el artículo Los Túneles de Puebla del Dr. Carlos Montero Pantoja, publicado en la Revista Cuetlaxcoapan, se encontraron 15 diferentes sistemas de arcos; sin embargo, sólo se han recuperado 10 kilómetros de longitud y explorado el 10 por ciento de ellos.
En 2016, durante la gestión de Tony Gali, se inauguró el Pasaje Histórico 5 de Mayo, que es un túnel con una distancia de 477 metros, tiene una antigüedad aproximada de tres siglos y medio, ya que se estima podría datar de la segunda mitad del siglo XVII.
Otro descubrimiento fue el Puente de Bubas, una estructura que data del siglo XVII y se encuentra ubicado en el Barrio de La Luz de la ciudad de Puebla. Aunque la gente lo confunde con otro subterráneo, la verdad que es un antiguo puente que cruzaba el río San Francisco, y conectaba hacia el Hospital de las Bubas (Sífilis).
Después de la construcción del bulevar Héroes del 5 de Mayo, en la década de los 60, tras el entubamiento del río San Francisco en 1946, el puente quedó completamente oculto y permaneció así hasta que en 1999, gracias a unas excavaciones de obra pública, comenzó a emerger la idea de su rescate y restauración.
Regresando al Pasaje Histórico 5 de Mayo, algunos historiadores aseguran que este túnel fue utilizado por los jesuitas que fueron expulsados del colegio del espíritu santo, además de que desempeñaron un papel importante en la Batalla del 5 de Mayo.
Una leyenda más dice que Juan de Palafox y Mendoza, las monjas contemporáneas de Sor Juana Inés de la Cruz, el ilustre Gutierre de Cetina y su amada doña Leonora, así como Porfirio Díaz y muchos otros personajes insignes, transitaron por los túneles secretos que se entrelazan en el subsuelo de la ciudad de Puebla.
Tras estos hallazgos se dice que la catedral poblana también conecta con estos túneles, incluso hace dos años se informó a los medios de comunicación el hallazgo de túneles secretos debajo del zócalo de la ciudad.
No obstante, se desmintió aquel hallazgo pues, de acuerdo con los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia, estos supuestos “túneles” en realidad eran espacios subterráneos fabricados con materiales constructivos contemporáneos.
Hasta el momento los investigadores han desmentido la existencia de más túneles secretos, pues de acuerdo con el historiador y periodista mexicano Enrique Cordero y Torres, a partir de los años treinta del siglo XX, si es que existían, comenzaron a ser destruidos por obras de drenaje y algunos fueron reutilizados como osarios, dando como ejemplo los de los templos del Carmen y La Merced.