Entre calles adoquinadas y fachadas que cuentan la historia de la ciudad, se encuentra el mercado de El Alto, uno de los más antiguos de Puebla que aún hoy sigue de pie, desbordante de vida, color y tradición.
Inaugurado el 16 de septiembre de 1930, bajo el nombre de José María Morelos y Pavón, este inmueble inició como un tianguis donde se vendían principalmente frutas, verduras y carne, tiempo después, construyeron locales en este espacio.
Ya que de acuerdo con Hugo Leicht en su libro “Las calles de Puebla”, este establecimiento se edificó luego de que el Mercado de la Victoria no se diera abasto, es por eso que las autoridades decidieron construir otro más cercano y que contara con los mismos servicios.
Leicht señala que este inmueble se ubica en el antiguo Camino Real a Veracruz, hoy calle 14 Oriente, esquina con la 14 Norte, uno de los barrios fundacionales de la ciudad de Puebla.
El estilo de construcción es Barroco, con un gran portón al centro, el cual siempre permanece abierto de par en par. En la parte superior destaca el decorado de yeso como alfeñique y un asta bandera al centro.
Luego de ser inaugurado este inmueble, frente a él se puso la fuente referente del barrio, que ostenta ocho veces el escudo de la orden de San Francisco.
Tiempo después la fuente fue retirada del lugar y trasladada al Barrio del Artista, donde se encuentra actualmente
Con el tiempo, se construyeron locales fijos en su interior, los cuales poco a poco se fueron enfocando en la venta de platillos típicos, como cemitas, pozole, gorditas, quesadillas y moles.
Hoy, con más de 90 años, este mercado recién remodelado sigue siendo uno de los mercados más coloridos y tradicionales de la capital poblana.
El historiador y creador de Puebla Antigua, David Ramírez Huitrón, señala que los músicos que siempre permanecían en la plazuela de la 9 Poniente y 3 Sur poco a poco fueron moviéndose de calles en busca de clientes, hasta que llegaron a este mercado, cerca de la década de los 90.
Desde entonces, mariachis, tríos y grupos de música norteña permanecen desde temprana hora en el mercado El Alto, razón por la que este mercado es apodado como el “Garibaldi de Puebla”.