De acuerdo con la Guía de Patrimonio Religioso de la Ciudad, Puebla -a diferencia de otras ciudades de la Nueva España- no existía como población antes de la llegada de los españoles en 1521, por lo que no fue asignada a ningún encomendero ni conquistador. La historia de la fundación de la ciudad está rodeada de misticismo y cierta religiosidad reflejada por los primeros habitantes y grupos evangelizadores que llegaban de España para crear nuevas civilizaciones.

Durante el periodo novohispano (1521-1821) la ciudad de Puebla fue modelo de vida virreinal, los templos, capillas, conventos (femeninos y masculinos), colegios y hospitales, fueron parte de la vida religiosa, pues en buena medida dependieron de la Iglesia.

Asimismo, estas órdenes religiosas iniciaron la conquista espiritual para erradicar las antiguas creencias prehispánicas politeístas. Las primeras órdenes que llegaron la Puebla  fueron los franciscanos, seguidos por los dominicos, los agustinos y finalmente los carmelitas.

Las fundaciones conventuales comenzaron a crecer en los siglos XVI y XVII, así, conventos como el Franciscano, Dominico, y el de San Antonio en 1580 fueron de las primeras congregaciones religiosas de nuestro estado.

El  Convento de San Antonio en Puebla fue fundado por la Orden de los Dieguinos, una rama de los franciscanos, posteriormente el templo del convento arrancó su construcción en 1586 y concluyó en 1601.

Originalmente, este templo estaba consagrado a Santa Bárbara mártir de Nicomedia. Sin embargo, a partir del siglo XVIII se le conoció como de San Antonio de Padua. 

La fachada del templo  es de petatillo y tiene el característico estilo poblano de mezcla de ladrillo con azulejos. En su interior posee paneles con imágenes que representan a San Antonio de Padua y a San Francisco y en la cúspide la inmaculada Concepción. Dentro del atrio, hay un Vía Crucis, representativo de la arquitectura novohispana de finales del siglo XVI y principios del XVII.

Además, en el convento anexo, aún se conserva el claustro y varias dependencias, entre ellas la celda donde vivió San Felipe de Jesús, el primer santo mexicano y santo patrón de la Ciudad de México. 

Parte del convento fue demolido a partir de 1949, por parte del padre Rafael Hernández Villar, quien construyó sobre las ruinas del antiguo claustro una Casa Hogar para atender a los niños desamparados de los barrios del Refugio y San Antonio. La cual sigue funcionando hasta hoy.

Este 2023, el Ayuntamiento de Puebla comenzó con los trabajos de mantenimiento al Templo de San Antonio, los cuales dieron inicio en diciembre del año pasado, como parte de la mejora de la imagen de los barrios históricos.

San Antonio de Padua el Santo del Amor

A San Antonio de Padua se le conoce como el Santo del Amor y como el Santo de las Cosas Perdidas. Esto se debe a tradiciones que están basadas en sucesos de vida y también en antiguas tradiciones europeas.

A San Antonio se le asocia con el amor debido a que en vida apoyaba a las mujeres para que se casaran, consiguiéndoles una dote, bienes que la familia de la novia deban al novio para que se llevara a cabo el matrimonio, de acuerdo con un artículo publicado en Desde la Fe. Además, tenía fama de que sus reflexiones lograban que los enemigos se reconciliaran, que los novios pudieran llegar hasta el matrimonio y que las parejas resolvieran sus desavenencias.

¿Por qué se pone de cabeza a San Antonio?

“Según la tradición, después de su muerte una mujer soltera fue a su tumba para que la ayudara a casarse. Mientras ella oraba vio al santo en el techo del templo, volteando su cuerpo hacia abajo mientras le decía que fuera en su nombre con una persona que le daría el dinero para la dote. La mujer acudió al lugar y recibió la ayuda que necesitaba.

Sin embargo, al comentar que había visto a San Antonio ‘de cabeza’, muchas mujeres comenzaron a colocar al santo en esa posición para pedir ayuda y poder casarse”, señalan distintos sitios no oficiales del catolicismo.

Cabe destacar que la Iglesia considera como una falta de respeto colocar de esa manera al santo, pues merece veneración.

En Puebla cada 13 de junio las y los poblanos asiste al Templo de San Antonio de Padua, ubicado en la calle 24 Poniente No. 110 Barrio San Antonio,  para pedir favores como obtener un empleo, conseguir un embarazo y tener pareja.

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