Durante el segundo día de la Feria de Puebla, se registró el primer hecho violento en el Palenque, al término de la presentación de Alfredo Olivas.
Tras concluir el espectáculo, los ánimos de algunos de los asistentes se exaltaron y se armó la gresca.
Y con ello se manchó la imagen de un concierto con lleno total, que transcurrió en absoluta calma, sin que se registrara alguna actividad inusual.
Salvo, por supuesto, algunas fanáticas que trataron de acercarse para tomarse la foto con Alfredo Olivas y que fueron retenidas por los encargados de la vigilancia.
Pero solo una mujer logró, con la intermediación del cantante norteño, conseguir la anhelada foto del recuerdo.
La confrontación entre el público derivó en golpes y vasos con líquido arrojados al aire, en medio de gritos y silbidos.
Por fortuna, la disputa solo se concentró en un sector y los ánimos terminaron por atemperarse con el arribo de personal de seguridad, quienes se abrieron paso entre los asistentes y llamaron a los rijosos a calmarse.
Aunque en el rostro de algunos de ellos quedaron las huellas del intercambio de golpes y más de una de las personas cercanas, sin tener nada que ver en la confrontación, terminaron mojadas.
Además de que se propició la rápida salida de los asistentes, a fin de no verse inmiscuidos en el pleito, que no pasó de algunos manotazos e intercambios rápidos de golpes y expresiones verbales.
Al momento, no se sabe si alguno de los inmiscuidos fue retenido o presentado ante la autoridad por alterar el orden, o a petición de alguna persona por daños a su integridad personal.