Si algo genera atracción en la Gran Pirámide de Cholula, conocida también como Tlachihualtépetl, son los túneles que contiene en su interior.
Recorrerlos es una de las partes más emocionantes en la visita al Pueblo Mágico y su zona arqueológica.
También fueron la desilusión para más de uno cuando estuvieron cerrados hace unos años por los daños que generó la construcción de un baño en la iglesia de Los Remedios.
Aunque podría pensarse que se trata de parte de la historia de la estructura prehispánica, en realidad son una obra de la ingeniería y arqueología del siglo XX, pues los túneles se hicieron para explorar el interior de la zona arqueológica.
Sobre ellos se han escrito varias reseñas e investigaciones. Una de ellas es la de Gabriela Uruñuela y Ladrón de Guevara y María Amparo Robles Salmerón para el Departamento de Antropología de la Universidad de las Américas en 2012.
Su texto "Las subestructuras de la Gran Pirámide de Cholula. Viejos túneles, nueva tecnología, nuevos datos", ha sido retomado por foros de turismo y también por revistas especializadas.
Una de ellas, Arqueología Mexicana, señala en uno de sus tomos que la historia de esos túneles comenzó en la década de los 30.
En México ya se habían explorado los túneles de la Pirámide del Sol y eso llevó a Ignacio Marquina a comenzar una investigación en Cholula.
La misma duró 40 años y permitió que en 1971 se abrieran al público parte de los más de 10 kilómetros de túneles que ahora cruzan su interior.
El objetivo de explorar la pirámide cholulteca a través de pasadizos era identificar su estructura, ya que originalmente se conocía que a la llegada de los españoles estaba cubierta.
Con las investigaciones realizadas a lo largo de cuatro décadas con esas galerías se determinó que la pirámide habría sido construida en cinco diferentes etapas sobrepuestas.
Según la investigación, se trató de un trabajo colosal en el que se fueron encontrando diferentes edificios al interior de la pirámide.
Por ello, se determinó dejar expuestas algunas de las laderas que hoy conocemos y que permiten tener una idea de cómo fue la estructura.
En torno a la apertura de los túneles a inicios de la década de los 70 existen también recuerdos de internautas en grupos de aficionados a la historia como el de Puebla Antigua.
Algunos relatan que había más espacios a los que se podía acceder y que ahora ya han sido cerrados por seguridad, pues incluso se contaba que una pareja de turistas se perdió.
De acuerdo con los primeros visitantes en el túnel principal donde hubo recorridos guiados exponían un entierro prehispánico con vasijas. Pero lo cierto, es que hasta ahora no se ha revelado si esos túneles comunican con alguna zona en especial y cuál es su extensión real.