Se pasan de chistosos. Hay delincuentes que buscan las formas más extrañas para delinquir con tal de no ser descubiertos.
Otros hurtan cosas no tan comunes o pierden de vista los detalles y hasta terminan siendo los robos más chuscos.
La capital de Puebla ya registró estos casos, algunos de los cuales fueron documentados por EL UNIVERSAL PUEBLA.
EL COME ANILLOS
El primero sucedió en septiembre del 2021 cuando un hombre ingresó a una joyería ubicada en el Centro Histórico.
El presunto delincuente se comportó como cliente. Observó la joyería expuesta en la vitrina y con curiosidad, le pidió a la encargada que le mostrara anillos de oro de diversos tamaños.
Cuando la mujer se descuidó unos segundos, el ratero aprovechó para meterse cuatro anillos a la boca.
Al darse cuenta del faltante, la empleada pidió al guardia que revisara al sujeto, pero no los encontró y lo dejó ir.
Minutos más tarde, como todo quedó grabado por la cámara de seguridad del local, se dieron cuenta que el delincuente se llevó el botín en la boca.
Las imágenes circularon en redes sociales, donde a más de uno le arrancó la risa.
LES BAJARON HASTA LOS CALZONES
El 12 de noviembre del 2021, Felícitas Sotero y un guardia de seguridad privada llegaron a la tienda Vicky Form ubicada en el número 14 del Bulevar 5 de Mayo y la esquina con la avenida 30 Poniente, en la colonia Mártires del Trabajo, para iniciar su jornada laboral.
Cuando abrieron las cortinas de metal, tres sujetos los amagaron con armas de fuego y blancas.
Dos delincuentes metieron a la encargada y al vigilante al establecimiento, donde les quitaron mil pesos en efectivo y tres celulares con valor de 10 mil pesos.
No conformes con eso, tomaron calzones y brasieres con un valor de 5 mil pesos para posteriormente emprender la huida.
Tras conocer el atraco, más de una persona bromeó en redes sociales con la expresión: ¡con la lencería no!.
LOS "INTELIGENTES"
El 25 de noviembre poco les duró la emoción a cuatro rateros que sustrajeron a mano armada 40 teléfonos celulares de la tienda Elektra de Prolongación Reforma.
Lo que no previó ninguno de ellos es que dos de esos equipos estaban encendidos y la policía siguió su rastro a través del GPS.
Todos fueron llevados ante el Ministerio Público y procesados por tan planeado robo.