Los habitantes de la zona sur de la ciudad de Puebla esperan impacientes que se lleve a cabo la inauguración de la nueva Central Camionera del Sur, que se construye en la calle 111 Poniente y Avenida 11 Sur.

Esta obra comenzó a construirse a partir de septiembre de 2023 en un predio que concesionó el gobierno del estado, por un periodo de 30 años, a empresarios que forman parte del Consejo de Administración de la (CAPU).

Se espera que la nueva terminal terrestre se inaugure en la primera semana de julio y con ello otorgar servicio de traslado al interior del estado y conectar con por lo menos ocho estados del país, incluyendo a la Ciudad de México.

Como referencia para llegar a la Central Camionera del Sur, también conocida como la CETRAM, hay que mencionar a la unidad habitacional Agua Santa, que se encuentra a una calle paralela a la entrada principal de la terminal.


¿Es segura la zona donde se construye la Central Camionera del Sur?

De acuerdo con datos del municipio de Puebla, hay cerca de 64 unidades habitacionales, siendo las primeras que se construyeron a principios de la década de los 80 y de los 90, principalmente en la zona sur, pero actualmente se concentra en el lado norte y nororiente.

Se estima que hay más 280 mil personas distribuidas en poco más de 60 mil viviendas que conforman las unidades habitacionales, siendo las más pobladas La Margarita, San Jorge, San Ramón, San Bartolo, Amalucan y Agua Santa.

Agua Santa es un conjunto habitacional conformado por 11 plazas y 110 edificios donde se tienen contabilizadas cerca de 3 mil 300 hogares donde viven 13 mil 100 personas.

De manera oficial no hay un reporte sobre el nivel de inseguridad en el lugar, pero en las redes sociales se pueden leer comentarios de colonos y vecinos que reflejan parte de sus percepción de inseguridad.

Los principales señalamientos que hacen parte de los habitantes de Agua Santa es la falta de servicios básicos, lo que refleja un abandono en los inmuebles y que atrae a los delincuentes.



Como ejemplo citaron en las redes que la caseta de vigilancia que está sobre la entrada principal a la unidad habitacional, sobre la calle 11 Sur, luce abandonada y sirve como guarida de delincuentes.

Como no hay rondines de patrullas o policías, los fines de semana hay jóvenes que ocupan las casas abandonadas para hacer fiestas donde hay bebidas alcohólicas y hasta sustancias ilegales, como es el caso de la Plaza M2.

También hay calles donde se carece de alumbrado público, de manera que los colonos toman como medida de seguridad resguardarse después de las 9 de la noche y no salir a la calle para evitar ser víctima de atracos o de algún otro delito.

Calles llenas de baches, falta de agua potable, cámaras de videovigilancia sin servir, basura en áreas verdes y abandono de las mismas, autos viejos y abandonados en las banquetas y la instalación irregular de jaulas en las áreas comunes son otros de los padecimientos de los colonos de Agua Santa.

A lo que se suma la presencia de vendedores ambulantes de las organizaciones 13 de Septiembre y Doroteo Arango que por años han peleado los espacios para instalarse en las inmediaciones de la Unidad Habitacional y del Hospital General del Sur.

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