Hoy en día el Zócalo del Centro Histórico es uno de los puntos de encuentro más importantes de la ciudad de Puebla. Miles de poblanos y turistas visitan la plaza principal de la capital.
De acuerdo con la Gerencia del Centro Histórico y Patrimonio Cultural de Puebla, el Zócalo es tan antiguo como la ciudad misma. Asimismo, la dependencia señala que en épocas virreinales el Zócalo tenía otras funciones, puesto que en esta plaza se realizaban sentencias impartidas por la Real Audiencia.
Este espacio también fue usado para llevar a cabo obras teatrales, bailables, un tianguis y en celebraciones se instalaba una plaza de toros y juegos de caballería.
En 1777 se colocó la Fuente de San Miguel, que en la época funcionaba para proveer de agua a la ciudad. Tiempo después, en 1873, la fuente fue trasladada al Paseo de San Francisco.
Con el paso del tiempo el Zócalo fue adquiriendo más elementos, como lo fue un quiosco morisco que de acuerdo con una publicación de “Puebla de Antaño” se construyó en 1883 por obra del ingeniero Eduardo Tamariz.
Sin embargo, aparte de este quiosco que alguna vez adornó el Zócalo de Puebla, a su alrededor había hermosas bancas de azulejos con el escudo de Puebla.
El historiador y creador de Puebla Antigua, David Ramírez Huitrón, señala que estás bancas eran de concreto y azulejo, específicamente de colores azul, blanco y amarillo.
El cronista menciona que esté azulejo era de pasta, propio de la época avilacamachista.
Estas bancas permanecieron en el Zócalo hasta el XX y es en los años sesenta con motivo de la conmemoración del centenario de la victoria contra los franceses.
Y es que 1961 decidieron quitar el quiosco, ya que se encontraba en muy malas condiciones, y regresar a su lugar original, la Fuente de San Miguel. Dicha fuente, de estilo barro, hasta la fecha sigue en su lugar.
Un año después, en 1962, las bancas también fueron desmanteladas durante la remodelación del Zócalo en donde se colocó piso de piedra de Santo Tomás.
En esta remodelación se agregaron más fuentes, hierro colado y fundidas en Panzacola; también las farolas llamadas “dragones” con luz eléctrica, más las bancas metálicas. Cabe destacar que todo lo metálico en aquel entonces era pintado en color oro o plata.
