Si hay un sitio que añoran los poblanos es el Cine Reforma que abrió sus puertas el 11 de agosto de 1939 en medio de lujo y las cerró hacia inicios de los noventa en la decadencia.
Su arquitectura Arte Decó es inconfundible y se trata de un paso obligado para quienes visitan a pie el Centro Histórico, pues se ubica sobre avenida Reforma y la esquina de la 5 Norte.
Hoy ahí se encuentra una sucursal de Elektra y ya no existe el letrero que le dio fama, pero un día lo pisaron artistas del la época del Cine de Oro de México.
En la inauguración, por ejemplo, estuvieron presentes Arturo de Córdova, Emilio "El Indio" Fernández y Pedro Vargas; mientras que en 1949 María Félix asistió a la premiere de "Los Hijos del Dolor".
Su historia se ha reconstruido con los años con un collage que incluye fotos y anuncios de hemeroteca, los archivos de la Cineteca Nacional y los recuerdos de centenas de internautas poblanos.
Hay quienes aseguran que antes de ser cine era una casa de especial belleza que se perdió y ya una vez como sala de cinematografía desató polémica, pues la inauguró Maximino Ávila Camacho, uno de los gobernadores más criticados en la historia de Puebla.
En los recuerdos de los primeros años se destaca que fue un espacio de lujo para la clase pudiente y que así lo reflejaban los acabados de las áreas privilegiadas.
La zona de mayor costo era de un peso con 50 centavos y tenía butacas de satín, mientras que en el hall había muebles y decoración de la época.
Las galerías o gayolas fueron destinadas a la clase económica con menos recursos y costaban 50 centavos.
Sobre las galerías, también se cuenta que fueron quedando en el mayor de los olvidos y sin mantenimiento, pero fueron sitio de buenos recuerdos.
Según testimonios eran simples escalones de concreto con algunos tablones de madera donde la gente llevaba sus propios alimentos y que incluso, tenía roedores como espectadores.
Entre los recuerdos más destacados de los internautas que han abonado al contar su historia, destacan sus lunes de matiné y de cómo eran el pretexto perfecto para irse de pinta.
Las funciones iniciaban por la mañana, las puertas del cine se abrían a las 14:00 horas tras proyectar tres películas y los jóvenes tomaban autobuses sobre la 5 Norte con temor a ser reconocidos.
Hacia las décadas de los setenta y ochenta, el Cine Reforma fue famoso porque ahí proyectaban las películas de luchadores mexicanos y las de artes marciales de origen asiático.
Al igual que otros cines relevantes de la ciudad, a inicios de los noventas enfrentó la crisis de la industria por la llegada de los video casetes que permitían ver películas en casa.