Un logro que se alcanzó en el gobierno de Luis Banck Serrato fue que la ciudad de Puebla se rigiera bajo una Norma Técnica de Diseño e Imagen Urbana para el Municipio de Puebla que, entre otras cosas, detalla dónde deben y no existir los puentes peatonales.
Este texto justifica que hace unos días en la Recta a Cholula se colocaran semáforos y pasos peatonales polémicos entre los automovilistas.
El documento se concretó con la participación de regidores, especialistas y activistas en temas urbanos que se enfocan en el tema de las ciudades a escala humana.
Es decir, aquellas en donde, como lo marca la ley, quienes tienen prioridad al moverse en la ciudad son los peatones que están hasta arriba de la pirámide de movilidad.
En específico, aquellos que tienen problemas para desplazarse por su salud, edad y hasta condiciones como el embarazo.
En el documento se establecen varios criterios sobre cómo deben ser las nuevas vialidades que se construyan en la ciudad, así como la infraestructura que ayuda a que los poblanos se muevan mejor.
Los puentes peatonales son un punto específico de la norma y de entrada, señala que sólo servirán para cruzar autopistas o vías rápidas no semaforizadas del municipio, así como barreras físicas como ríos o barrancas.
Se agrega que las soluciones para el cruce peatonal deben plantearse siempre a nivel del arroyo vehicular y la banqueta, además de auxiliarse con dispositivos de control de tránsito como es un semáforo.
En el caso de que existan los puentes en las autopistas o las vías rápidas no semaforizadas se detalla que deben contar preferentemente con un elevador por cada punto de ascenso y descenso para garantizar su acceso.
La norma también enlista otros detalles como las dimensiones y características físicas que deben tener tanto puentes como pasos peatonales para hacerlos seguros.
Con el contenido de esta norma una duda que surge es qué se debe considerar o no como una vialidad rápida y esta respuesta viene desde las consideraciones federales.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Transporte, tanto a nivel internacional como nacional existe una clasificación de carreteras en la que las vías rápidas tienen características específicas.
Entre ellas, que tienen sentidos separados físicamente por una franja central y que tienen una velocidad que puede ir de los 80 a los 110 kilómetros por hora.
Así entonces, se resuelve la duda de sí en la Recta a Cholula en donde recientemente se colocaron semáforos y pasos peatonales son válidas o no estas estructuras.
La velocidad máxima de esta vialidad forma parte del proyecto de Movilidad Segura del gobierno del Estado que aplica fotomultas a quienes se exceden de velocidad.
En ese listado se especifica que la velocidad máxima que se puede alcanzar en esa vía metropolitana es de 80 kilómetros por hora, lo que indica que queda justo en el límite para ser considerada una vía rápida.
Este viernes 28 de julio, el gerente de la ciudad Adán Domínguez Sánchez supervisó el funcionamiento de los semáforos y aclaró que están sincronizados para evitar congestionamientos.