La traza del Centro Histórico de la ciudad de Puebla es perfecta, lo que representó en su momento un claro ejemplo de planificación urbana.
En principio, hay que considerar que la creación de la capital poblana no es fruto de la casualidad. Se trata de una ciudad que fue proyectada y estudiada por urbanistas de esa época.
Entre otros elementos, posee una ubicación estratégica intermedia entre Veracruz y la Ciudad de México.
La ciudad de Puebla se proyectó con una traza rectangular, con orientaciones de oriente a poniente y de sur a norte. Esto, al igual que las ciudades de España, se hizo con las mismas técnicas y conocimientos de vanguardia.
Algunas de sus características son que el trazado de Puebla es una malla homogénea, con manzanas rectangulares de 100 por 200 varas, que equivalen a 91 por 182 metros.
Cada manzana se dividió en 8 cuadrados de 50 por 50 varas. Las calles miden 14 varas, lo que equivale a 13.20 metros. La plaza mayor tiene un largo de 210 por 128 varas.
Del vértice norponiente parten ejes cartesianos que forman dos avenidas principales que dividen a la ciudad en cuatro sectores.
En torno a la plaza se erigieron los principales edificios religiosos y del gobierno, como la Catedral y el Palacio de Gobierno.
En los tres lados que circundan la plaza principal se erigieron arcadas, lo que hoy se conoce como Los Portales.
Un dato importante sobre los asentamientos humanos es que la traza homogénea pertenecía a los españoles, mientras que del otro lado de lo que era el río San Francisco vivían los indios.
Datos del Ayuntamiento de Puebla refieren que el Centro Histórico se integra por 2 mil 619 edificios catalogados como Patrimonio Histórico. Está constituido por 391 manzanas, que equivalen a 6.99 kilómetros cuadrados, y un estimado de 17 mil 73 viviendas.
En suma, las calles del Centro Histórico de la ciudad de Puebla miden lo mismo, gracias a la denominada traza original que fue fruto de una planeación de vanguardia en su época.
En el Zócalo de la ciudad de Puebla se ubica una maqueta que permite apreciar la traza original.