Recientemente el gobierno de Pepe Chedraui Budib anunció la construcción de un puente en la presa de Valsequillo que facilitará la movilidad entre comunidades, pero ¿sabes por qué algunos pobladores se mueven en panga?
La historia de ese ferry que comunica localidades separadas por el agua comenzó a escribirse a finales de la década de los 30 y han sido varias las décadas en las que los pobladores han esperado una mejor infraestructura.
¿Quién construyó la presa de Valsequillo?
Conocido como Embalse Manuel Ávila Camacho, comenzó a idearse en 1938 y se concretó en el gobierno del expresidente que da nombre al proyecto.
El periodo de edificación fue de 1941 a 1946 y estuvo a cargo de la entonces conocida como Comisión Nacional de Irrigación.
¿Cómo funciona la presa de Valsequillo?
Originalmente el proyecto buscaba dotar de agua de riego a zonas rurales de la capital poblana y municipios aledaños con la creación de un cuerpo de agua artificial que aprovechara el paso de los ríos.
Con el tiempo, además se convirtió en un cauce de limpieza para el sistema de los afluentes Atoyac, Alseseca y Zahuapan.
Aunque por años se vio con un espacio natural que dio pie a concursos de deportes acuáticos y proyectos turísticos, se fue contaminando.
A pesar de la presencia de contaminantes se convirtió también en un lugar de paso para aves migratorias y en hogar de una centena de especies.
En parte es por eso que desde 2012 se reconoce como un Sitio Ramsar por una categoría internacional que busca conservar los humedales del mundo.
¿Cómo funciona la panga de Valsequillo?
Datos históricos sobre esta zona de la ciudad y la metrópoli señalan que desde la década de los 70 funciona la panga como un medio de transporte.
Se trata de una plataforma que permite el paso de los vehículos de un punto a otro y que evita con ello viajes en carretera largos y con curvas.
La distancia que se recorre en agua es de casi 200 metros e implica unos 5 minutos de trayecto.
Entre las comunidades beneficiadas están algunas de Puebla y de municipios cercanos como El Aguacate, Los Ángeles Tecola Xacxamayo, La Libertad Tecola, San Agustina Huehuetla, San Miguel Atlapulco y San Baltazar Tetela.
Desde que se ideó este transporte se hizo la promesa a los pobladores de que habría a futuro un puente, sin embargo, fueron varios gobiernos municipales y estatales los que argumentaron falta de recursos para ese proyecto.
Entre los motivos que se argumentan para que exista un puente está el hecho de que se han registrado algunos accidentes en su historia y que cuando los niveles de la presa son muy bajos no puede utilizarse.