Uno de los inmuebles considerados como icónicos en el corazón de Puebla es el Edificio María que en 2025 cumplirá 80 años de acumular historias.
Por el lado de la innovación, la obra del ingeniero civil Marcos Mastretta Arista y del arquitecto Rafael Miranda Guerrero fue polémica desde que se edificó en 1945 en la esquina de la 2 Sur y la 3 Oriente
Sus seis pisos de altura lo convirtieron en esa época en el inmueble más alto de Puebla e incluso hubo quien lo reconoció como un rascacielos.
Su estilo se considera como parte de la tendencia del Art Déco, pero con un toque poblano al incluir detalles de talavera en la fachada y ónix en su vestíbulo.
Según fichas sobre su historia, el nombre se debe al reconocimiento a la campana de la Catedral y tiene una de las mejores vistas de la ciudad desde la azotea.
En grupos de aficionados a la historia como el de Puebla Antigua en Facebook, hay varios recuerdos de la vida al interior del edificio.
De manera general se señala que a lo largo de los años ha sido un inmueble que ha albergado oficinas y sólo los administradores de nombre Joel y Sara lo llegaron a habitar en la parte alta.
Entre los giros destacan los espacios de contadores, los consultorios médicos, laboratorios de salud, una marca de electrodomésticos, otra de una editorial y que también fue oficina de Melquiades Morales Flores cuando fue senador.
En la parte baja hubo un local de maquinitas que llevaron por nombre Snoopyes, más recientemente fue la sucursal del banco y ahora el de una farmacia.
Lo más extraño de este edificio a decir de varias personas es su elevador que era operado por un elevadorista llamado Miguelito, pero cuya forma de refrigerador daba miedo.
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Con tantos años de historia, el edificio también ha sufrido daños por los sismos, pues en 1999 se cayeron decoraciones de la parte alta y en el de 2017 hay quienes tuvieron dificultades para salir y que recuerdan cómo crujían las paredes.
