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¿Por qué dicen que espantan en la Casa de los Enanos?

Estos elementos han contribuido a que la Casa de los Enanos sea un lugar cargado de misterio, con leyendas que entrelazan tragedias familiares y fenómenos sobrenaturales

La Casa de los Enanos está envuelta en misterio |
16/09/2024 |10:17
Erika Rodríguez
RedactorVer perfil

La Casa de los Enanos, ubicada en Avenida Juárez 1702, en la capital de Puebla, ha sido objeto de numerosas leyendas que alimentan su fama como uno de los lugares más enigmáticos y aterradores de la ciudad.

Construida a finales del siglo XIX por la familia Giacopello, esta imponente casona de estilo porfiriano ha sido escenario de historias que involucran desde espíritus hasta deformidades físicas y misteriosas conexiones subterráneas.

Una de las leyendas más conocidas sugiere que la familia que habitaba la casa tenía dos hijos con enanismo y deformidades. Para evitar las burlas de los curiosos, cubrieron las ventanas y puertas con láminas, lo que intensificó el misterio. Los vecinos que observaban desde lejos afirmaban ver a pequeños seres paseando por el jardín, lo que originó el sobrenombre La Casa de los Enanos.

Sin embargo, otra versión indica que estos “enanitos” no eran más que los nietos de la familia. La leyenda de la Casa de los Enanos no solo gira en torno a los enigmáticos habitantes que supuestamente vivieron ahí, sino que también está marcada por tragedias y eventos sobrenaturales.

Se dice que la casa fue construida en 1890 por la familia Giacopello, quienes la habitaron hasta que una de las hijas de la familia se quitó la vida en el despacho de la casa. Este hecho trágico provocó que la familia abandonara la propiedad, dejándola deshabitada hasta 1930.

En ese año, Rogelio Rodríguez y su esposa adquirieron la casa. Sin embargo, después de la muerte de su esposo, la señora Rodríguez se volvió una persona extremadamente reservada, limitando su contacto con el exterior y evitando amistades. Para preservar sus muebles, ordenó a la servidumbre abrir las ventanas de manera gradual, para que la luz del sol no los dañara.



También mandó construir muebles a la medida para sus nietos, quienes jugaban en el jardín, ya que no les permitía entrar en la casa. Esto dio pie a la confusión entre los vecinos, quienes al ver a los niños jugando en muebles pequeños pensaban que se trataba de enanitos, lo que reforzó la leyenda que dio nombre a la casa.

Otro detalle curioso es que la gente notó que el timbre y la mirilla de la puerta estaban colocados a la altura de la cintura, lo que avivó aún más las historias sobre personas de baja estatura viviendo en la casa.

Con el tiempo, la anciana se quedó sola en la casa, ya que los descendientes de sus hijos se mudaron. La leyenda cuenta que la señora Rodríguez murió en 1988, pero uno de los relatos más espeluznantes ocurrió antes de su fallecimiento.

Un grupo de trabajadores que estaban remodelando una habitación en el segundo piso, bajo las órdenes de la servidumbre, escucharon gritos aterradores de una mujer. Al asomarse, vieron a una figura tapada por completo, la cual era llevada abrazada y llorando. Aunque intentaba hablar, no se le entendía nada, dejando una imagen perturbadora en la memoria de quienes presenciaron el hecho.

Otro de los relatos asegura que la casa está conectada a los antiguos túneles de Puebla, uno de los cuales llevaría directamente a las puertas del infierno. Esta leyenda cobró fuerza después de la filmación de la telenovela “Herencia Maldita” en la casa, protagonizada por Angélica María. Desde entonces, algunos creen que la casa guarda un oscuro secreto bajo sus cimientos.

Además de las leyendas de los enanos y los túneles, los relatos de espíritus vigilando desde las grandes ventanas de la fachada han persistido a lo largo de los años.

En 2018, la Casa de los Enanos abrió sus puertas como una atracción de terror, ofreciendo una mirada más cercana a sus historias, pero el misterio sigue vivo en la memoria colectiva.