Decenas de poblanos se dieron cita este domingo en el Templo de San Pedro junto con sus mascotas, con motivo de la celebración de San Antonio Abad, patrono de los animales domésticos.
Desde lomitos, gatos, cuyos y hasta conejos tuvieron que madrugar para acudir a la misa de celebración y poder ser bendecidos.
Aunque la fecha exacta para esta celebración es el 17 de enero, las conmemoraciones inician en la tarde de la vigilia.
Antonio nació en Egipto alrededor del año 250, en el seno de una familia de labradores acaudalados, murió en 356, en el monte Colzim, próximo al Mar Rojo.
Gracias a su devoción se le reconoce como patrón de los tejedores de cestos, fabricantes de pinceles y carniceros, así como de los cementerios.
Desde hace tiempo, en el Vaticano, se celebra una bendición de los animales el día de su fiesta, motivo por el cual también se le conoce como "patrono de los animales".
Entre las historias relacionadas a su vida, se cuenta que a la muerte de Pablo el Ermitaño, Antonio fue el encargado de darle sepultura, sin embargo, no tenía quién lo ayudara.
Encontrándose en el desierto, se dice que dos leones acompañados de otros animales lo ayudaron a cavar el hoyo donde colocaría los restos de San Pablo.
También se dice que curó a las crías ciegas de una jabalina que encontró cerca de su ermita. Antonio se apiadó de los animales y nunca se apartaron de su lado.
San Antonio Abad suele ser representado con las siguientes características: de edad avanzada, portando una cruz Tau, con un hábito de color café, un libro, báculo y casi siempre está rodeado de animales: cerdo, ovejas, buey, pájaros, caballo o asnos.