Las vacaciones de verano se acercan y los poblanos que fueron niños en los años 60 recuerdan que las fosas de la Cementera Atoyac eran el sitio predilecto para echarse un chapuzón o realizar un día de campo.
Datos históricos refieren que la fábrica de Cementos Atoyac S.A. de C.V. se fundó el 12 de diciembre de 1930 en el predio ubicado en Avenida Reforma Sur y Bulevar Atlixco, colonia La Paz.
Sus accionistas eran Fermín Besnier, cónsul de Francia y William O. Jenkins, quienes dieron empleo a decenas de trabajadores en las diversas áreas para la obtención de mortero, que es un derivado del cemento.
Para que se ubiquen las nuevas generaciones, en el predio donde la cementera permaneció por tres décadas actualmente se encuentran Walmart, Suburbia y su estacionamiento.
Debido al desarrollo de la ciudad, a finales de 1959 se anunció el levantamiento de la antigua vía del ferrocarril industrial que circulaba por esa zona de la ciudad, lo que obligó a sus directivos a reubicar la cementera.
Por ello, comenzaron con la construcción de la nueva fábrica y el 9 de noviembre de 1960 se inauguró la Cementera Atoyac en su nuevo domicilio ubicado en Rancho Colorado.
En su alrededor prevalecían los predios ejidales y muy cerca estaban las fosas que se formaban con las explosiones que se hacían para obtener la piedra caliza.
En redes sociales, los usuarios de antaño recordaron que en esas fosas había agua tibia y azufrosa que los niños, adolescentes y adultos visitaban para nadar, a pesar de que en ese entonces representaban un peligro por el trabajo que se hacía en la cementera.
Los fines de semana las familias acudían a estos campos para realizar un día de campo y compartir una torta o un taco, pero fue una práctica que poco a poco se fue acabando con la venta de terrenos.
Con la presencia de la fábrica también se extendió el crecimiento urbano y comenzaron a edificarse casas y edificios.
La instalación de familias en la zona aledaña provocó que éstas protestaran en contra de la Cementera Atoyac, acusándola de los niveles de contaminación ambiental por la extracción de la piedra.
Esta inconformidad hizo que nuevamente los directivos decidieran trasladar la fábrica a Tepeaca, lo cual ocurrió en 1992, ahora bajo la razón social de Cementos de México (CEMEX).
En las viejas instalaciones de Cementos Atoyac en Rancho Colorado, ahora se encuentran las instalaciones del Archivo General Municipal de Puebla.
En otra parte del predio está el supermercado Soriana de Hermanos Serdán, así como fraccionamientos viejos y nuevos departamentos que se ofertan en 2 millones 150 mil pesos en promedio, con áreas verdes, amenidades y vigilancia.
La cementera sigue operando desde Tepeaca, mientras que en el viejo predio en Puebla se haya el Archivo General Municipal de Puebla, desde 2014.
En bóvedas climatizadas se resguarda documentación histórica de la ciudad de Puebla y de la región sur-sureste del país, por lo que es considerado uno de los archivos más grandes y de los pocos que contiene series de documentales completas de la época virreinal.