Ubicada en el cruce del Circuito Juan Pablo II con el antiguo puente 465, Plaza La Noria fue en sus años gloriosos un sitio de esplendor y centro de diversión para muchos locales y visitantes.
Un lugar al que acudían poblanos de todas las edades en busca de un rato de diversión, a realizar compras o simplemente a deambular.
Sin embargo, el desarrollo de la Vía Atlixcáyotl con sus amplias y modernas plazas comerciales marcó el inicio de su debacle. Algunas de las opiniones que se publican en Google son demoledoras.
Local Guide: "es un lugar muy pequeño realmente. Por fuera no se ve como la gran cosa, pero dentro está muy bonito y moderno. Tiene muy pocos establecimientos y pocas cosas que hacer ahí. Lo único interesante es el cine como entretenimiento, y de comida tiene varios restaurantes, pero no se ve mucha gente ahí. Me gustaría poder ver más vivo el lugar en un futuro".
Marcos Fragoso: "muriendo lento después de ser el gigante que nos entretenía, le da vida el cine y nada más. Poca afluencia, pero lo hace ideal precisamente para ir al cine".
Gio Esco: "el lugar va en decadencia, cada vez se ve más abandonado. No hay mucho que ver, pero tiene cine, unos buenos tacos y una tienda de artículos coleccionables padres, aparte cuenta con una tienda de mercancía asiática bien surtida".
Kevin Vielman: "tristemente La Noria cayó de ser una plaza divertida y de reunión a convertirse en un lugar abandonado y lúgubre. Lo único rescatable es el cine, porque perduran más las películas en cartelera. Sumándole a tan decepcionante visita el costo del estacionamiento (aún sellado) es exageradamente caro, resultó más caro que las entradas al cine".
Por su parte, en su cuenta de TikTok, Rodrigo Castle publicó un video en el que plasma su impresión tras visitar la plaza La Noria. Señala que fue famosa hace siglos, pero últimamente ya no se habla de ella.
Destaca la operación de un cine con varias salas, un boliche y pinturas atractivas, así como algunos negocios diversos, así como muchos locales vacíos como consecuencia de la ausencia de visitantes.
El panorama es claro, La Noria, al igual que otras tantas plazas de la ciudad de Puebla, vieron pasar sus años de gloria y esplendor, y hoy lucen vacías, como parte de la historia documentada del boom de los grandes centros comerciales que comenzó a vivirse en la década de los años 80 del siglo pasado.
