La vivienda de Salomé Gómez y 20 integrantes de su familia sucumbió en minutos aquel domingo 31 de octubre.
La casa que habitaron durante 40 años colapsó en la explosión que provocó una fuga en una toma clandestina de gas LP.
Todos salieron ilesos porque pudieron desalojar a tiempo, pero perdieron todo lo material y su proyecto de vida.
A sus 39 años, Salomé Gómez, ha tenido que hacerse cargo de sacar adelante a su familia y ahora no le queda más que vender el fierro que rescató de entre los escombros de su vivienda.
Su hogar fue una de las 59 viviendas que ya han sido demolidas tras la explosión, por estar ubicada en la llamada zona cero
Desde la tragedia, no había podido regresar al lugar donde estaba su casa y hoy, un mes después, brincó el cerco que las autoridades habían instalado, y se dio cuenta que la casa donde dormía, donde celebró cumpleaños, donde planeó su futuro, de donde salía todas las mañanas para irse a trabajar, simplemente desapareció.
En ese lugar ahora sólo hay un piso de tierra extenso, una zona desértica donde ya no hay rastros de vida.
Días posteriores a la explosión, cuando se les permitió recoger lo que fuera rescatable, una vez que había pasado el riesgo, Salomé pudo recoger algunos de los retorcidos fierros que quedaron y ropa que estaba enterrada por la tierra.
Usó un diablito de carga que le ayudaba a transportar lo que encontrara.
“El fierro para poder venderlo y comer el día de hoy, porque el DIF supuestamente nos iba a dar una despensa cada ocho días, ya va un mes y solo una despensa nos ha dado”, reclamó el señor.
Dijo que ni siquiera pudieron aprovechar la despensa, pues les dieron bolsas de arroz y frijol sin tener un lugar donde cocinarlo. “No tenemos ni una cacerola”. Perdió todas sus pertenencias.
Indicó que él y su familia se dedicaban a criar pollos y venderlos en la zona de Puebla y Tlaxcala, pero debido a la explosión también sus camionetas de carga se quemaron.
“No tenemos con qué trabajar, perdimos todo. Vinieron los soldados, limpiaron según ellos la calle, sacaron el escombro de nuestra casa y sacaron toda la ropa enterrada aquí”, informó.
La familia Gómez está integrada, a su vez, por cuatro conjuntos de personas que, en total, suman 20 miembros.
“Somos cuatro familias las que estábamos viviendo aquí en un predio de 200 metros, y ahora el gobierno nos quiere reubicar con una casa de 80 metros para todos, es imposible”, declaró.
Don Salomé comentó que autoridades los están obligando a firmar para que acepten la casa de 80 metros cuadrados o de lo contrario, “no habrá ningún apoyo”.
El Sistema Estatal DIF informó que las viviendas que se les ofrecen son de 108 metros cuadrados con 75 metros de construcción, patio de servicio, cochera, jardín y cisterna.
A un mes de la explosión en San Pablo Xochimehuacán, la Fiscalía de Puebla continúa con las investigaciones para dar con los responsables de las tomas clandestinas, pero hasta ahora, no hay detenidos.